Constantemente nos llegan informaciones de que el
Ayuntamiento “mejora sus servicios”, y es normal autopromocionarse, pero
no a costa de mentir deliberadamente o jugar con imprecisiones que
maquillan problemas silenciados a gritos. Recientemente hemos visto
decir públicamente al concejal Andrés Martínez a través de algún que
otro medio de comunicación digital que el Equipo de Gobierno está
cubriendo “un déficit de oficiales que se venía arrastrando desde hace
mucho tiempo. En estos momentos, la plantilla de oficiales está al 100%,
algo que no ocurría en décadas”. Pues bien, este señor que se supone
representa un colectivo, no dice la verdad.
A fecha de publicación de esta nota y, sin cambios previstos en los
siguientes años (porque cuando se habla en Villena de “Recursos Humanos”
hay que hacerlo a años vista) el número de efectivos policiales NO HA CAMBIADO en absoluto al de hace unos meses. Sí podríamos comentar que desde hace dos años (no “décadas”, que a lo mejor es lo que parecen pasar en algunos departamentos municipales),
los cuatro oficiales que se han repuesto son fruto de tres jubilaciones
y un ascenso a Inspector, y es por esa carencia reciente de mandos
intermedios, que se haya cubierto mediante promoción interna con tres
agentes de esta plantilla y un oficial de otra plantilla trasladado a
Villena, lo que convierte lo afirmado por el Sr. Martínez en ¿una
imprecisión? ¿una falsedad? ¿una estafa verbal a la ciudadanía? Juzguen
ustedes mismos.
La Policía Local de Villena no está al 100% Sr. Martínez, léase el
proyecto de RPT si es que le interesa saber el organigrama de su Policía
Local. La carencia de efectivos sí que hace décadas que la sufre este
municipio, pero ni el anterior Equipo de Gobierno, ni el suyo es algo
que hayan solucionado. La respuesta a esto ya la sabemos: “Lleva su
tiempo”. Claro, por eso hace tres años que se redactaron las bases para
cubrir las plazas que a día de hoy hay vacantes, y todavía no está el
proceso selectivo ni a la mitad. Espere que le diga la respuesta: “Es
culpa del COVID19”.
¿Y el proceso judicial contencioso-administrativo en el que está
inmerso este Ayuntamiento con motivo de la denuncia interpuesta por sus
policías locales, en activo y jubilados, todos?
¿Y el no contestarle al Síndic de Greuges, que es la figura del
Defensor del Pueblo en la Comunidad Valenciana, y llevará en el Orden
del Día a Las Cortes Valencianas el problema que vive Villena con la
falta de transparencia de este Ayuntamiento?
¿Les suena de algo el Tribunal de Cuentas? Sí, es el órgano que les
faltaba a este Ayuntamiento para tener “el póker” de Administraciones en
contra de sus actos. Siendo este último el requirente del pago indebido
de la nocturnidad fuera del complemento específico mes tras mes, y que
pese a indicarles que lo hacen mal, SIGUEN HACIÉNDOLO MAL.
La tónica general es dantesca cuando un Ayuntamiento se excusa con el
COVID19 de todos los males habidos y por haber, comenzando en que no se
reúne con los representantes de los trabajadores, ni siquiera por
videoconferencia, para continuar con la que consideramos ser la solución
a muchos de los males que arriba referenciamos, la puesta en marcha de
una nueva RPT. Porque esta vez sí, la actual con la que se trabaja tiene
décadas.
De todo lo comentado, que no es ni mucho menos todo lo habido en el
tintero, responsabilizamos al Departamento de Recursos Humanos puesto
que se encarga de confeccionar las bases de procesos selectivos,
contestar al Síndic de Greuges, generar la denuncia y el proceso
judicial contra el Ayuntamiento, no pagar el complemento de nocturnidad
dentro del complemento específico, no reunirse y terminar la negociación
de una RPT que lleva desde el año 2018 intentando ponerse en marcha,
etc.
La ciudadanía entiende hasta cierto punto que todo proceso
administrativo conlleva montañas de burocracia y no tiene un solo
responsable, pero maquillar políticamente con mentiras “la verdad que
esconde el Ayuntamiento de Villena” tiene un límite que ya hemos visto
sobrepasado con creces, y necesitamos que la ciudadanía conozca, la
vergüenza.