La confrontación de ideas es una necesidad fundamental para el normal
funcionamiento de la política en general y el resultado de distintas
opiniones públicas en el marco de una democracia liberal que presupone la
existencia de una pluralidad de voces críticas que debatan sobre el mejor
interés para todos y, cuyo éxito, debe ser integrar a las
comunidades locales y autonómicas en el gran proyecto de la nación,
además de actuar como el principal agente de movilización política.
Si esto se
entiende y se comparte (con todos los matices disponibles en la paleta de
colores) la veleta naranja va a ser lo mejor que le va a pasar a este país
en los próximos años.
Llegar a
acuerdos, buscar el bienestar y a través del respeto y el diálogo, huir
siempre y en todo momento del transfuguismo y de la CORRUPCIÓN están en
nuestros gen y son inseparables en cada uno de nosotros.
Ciudadanos es un partido que nació con dos
objetivos principales, luchar política e ideológicamente contra el nacionalismo excluyente, fundamentalmente catalán y vasco pero
que se ha ido extendiendo como una mancha de aceite a otras regiones españolas
que propugnan la división cultural e incluso étnica entre familiares, amigos y
vecinos de toda la vida, y superar el secular enfrentamiento entre rojos y azules.
Los últimos acuerdos firmados en Massafalasar (Valencia
) con el PP y el próximo en Xixona (Alicante ) con PSOE sirven para demostrar
que ser VELETA significa sensatez, utilidad hacia la
centralidad, racionalidad y modernidad.
Será la historia la que dirá si acertamos o nos
equivocamos, no nuestros rivales políticos con pretendidas dotes predictivas.
En cualquier caso ATENCIÓN,
este artículo es solo la opinión de un coordinador de un pueblo pequeño del
medio Vinalopó. Yo soy solo el mensajero que un día pasaba por el ágora
de Atenas y escuché a Sócrates, me pareció interesante y decidí escribir este
post.