Este
es el lema elegido para desarrollar la primera campaña de
concienciación y sensibilización social contemplada en el (futuro) Plan
Nacional de Alzheimer. Está previsto que a ésta le sigan otras de
carácter más específico o centradas en aspectos más concretos con
vinculación clara con la enfermedad y, sobre todo, con las necesidades y
consecuencias que genera.
Como campaña de lanzamiento, “La nueva cara del Alzheimer”
pretende ofrecer una visión general que dé paso, posteriormente, al
análisis de temas particulares. Pero introduciendo, a la vez, una visión
distinta de la que habitualmente se busca trasladar cuando se aborda
esta materia.
Hasta ahora hemos considerado siempre que el Alzheimer y las
demencias son cosas vinculadas con personas mayores, con la edad; se
asocia muchas veces el hecho de envejecer a la pérdida progresiva de
facultades y a la aparición de enfermedades, algunas de ellas leves,
otras crónicas y otras degenerativas y/o terminales. Esto es un hecho y
no se puede cambiar. Es el precio que hay que pagar por vivir cada vez
más años. Y en este vivir cada vez más se encierra, en parte, el hecho
de que las personas mayores de hoy son distintas de las de hace, por
ejemplo, 20 años, pero también lo serán de las que dentro de 20 años
sean consideradas como personas mayores. En cualquier caso, los mayores
de hoy en algún momento fueron niños. Desde aquella infancia hasta la
actualidad la ciencia ha avanzado, pero no ha podido impedir que un
importante porcentaje de la población mayor padezca Alzheimer u otra
demencia.
Por ello, como eje central de esta campaña, se consideran a los niños
de hoy que dentro de unos años serán adultos mayores. Estos niños
pueden ser nuestros hijos, sobrinos, incluso nietos; seres inocentes que
deberían estar privados de cualquier dificultad, problema o enfermedad;
al menos eso es lo que la mayoría de los padres desean para sus hijos.
Y, sin embargo, los niños de esta campaña son los potenciales enfermos dentro de 40, 50 o 60 años, lo cual debería hacernos reflexionar en positivo sobre el problema de las demencias.
En absoluto es demagogia o se busca crear una innecesaria y estéril
alarma social. Al contrario. Lo que se pretende es “poner las cartas
encima de la mesa” sobre la situación actual del Alzheimer, reflexionar
sobre lo que se sabe y lo que se ignora y, sobre todo, tomar conciencia
de la necesidad de seguir trabajando con más intensidad para, en la
medida de las posibilidades, impedir que estos niños sufran, padezcan o
convivan con la demencia en el futuro.
Por ello, los niños de hoy que mañana serán personas mayores deberían inspirar reflexiones como las que siguen:
- El Alzheimer nos puede tocar a todos y, por tanto, es básico que nuestras sociedades estén concienciadas sobre este problema sociosanitario
- Es necesario invertir más en investigación biomédica para lograr mayores avances tanto en prevención, como en tratamiento, cronificación o, en su caso (ojalá), curación
- Es fundamental invertir en investigación social y sociosanitaria
para, mientras la anterior no va logrando objetivos que de ella se
esperan, poder contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas
afectadas - Es básico que las Administraciones vayan también tomando conciencia sobre la necesidad de invertir en recursos sociosanitarios
en cantidad y calidad suficientes para atender no sólo a la población
actual, sino también a la que está por venir (no olvidemos que ya no
tenemos pirámide poblacional, sino una seta provocada por el mayor
número de defunciones que de nacimientos); en 2040 España será el país
del mundo con mayor esperanza de vida, así que aún se agravará más el
problema del envejecimiento - Trabajar poniendo siempre a la persona en el centro de atención, respetando su dignidad y atendiendo a la satisfacción de los derechos que le son propios
- Alertar, también, sobre ese nuevo colectivo (9-10%
del total) de personas diagnosticadas por debajo de los 65 años y que
requieren de unas atenciones específicas (para las que todavía nadie se
ha preparado, o lo están haciendo de manera tímida…)”