La patrona de Villena ya se encuentra en su trono de la Iglesia de Santiago. Ayer, acompañada de unos 20.000 romeros, salia de su residencia habitual, el Santuario de las Virtudes, para vivir las fiestas que arrancan el próximo día 4 de septiembre.
Con una tarde donde el calor fue la nota predominante, a las seis en punto, y después de que el club colombófilo “Salvatierra” soltara las palomas al vuelo, los arcabuceros de la comparsa de Piratas realizaron sus salvas para avisar de que La Morenica se ponía en camino hacia Villena.
Acompañada por la junta directiva de la Junta de la Virgen, y con los correspondientes rezos, la Virgen de las Virtudes se mezclaba entre la multitud que lucía esos pañuelos rosas y que no quisieron perderse este acto religioso, lúdico y festivo.
El único pero que tuvo esta romería tuvo que ver con la entrega de agua, ya que muchos romeros y romeras se quejaron que el agua se agotó por que los primeros en pasar, el lugar de recoger una botella por cabeza, lo hacían de tres en tres, por lo que mucha gente se quedó sin poder beber.
A mitad de trayecto, parada obligada en la Ermita de San Bartolomé para tomar fuerzas. Ni que decir tiene que la multitud buscaba la sombra para, de esta manera, paliar un poco el fuerte calor que reinó a lo largo de todo el domingo, desde bien temprano con el pasacalles, hasta la llegada de la figura de la Morenica a la Plaza María Auxiliadora, donde fue recibida por las autoridades y por la Banda Municipal de Villena, que interpretó el himno nacional.
La Santísima Virgen, entró en la Iglesia de los Padres Salesianos donde se interpretó el Himno de Bienvenida a cargo del Coro Parroquial de Santiago y el Coro del Santuario de las Virtudes, y permaneció hasta efectuar su salida. Tras un espectáculo pirotécnico, comenzó su camino por la Avenida de la Constitución buscando el lugar donde pernoctará hasta el próximo día nueve de septiembre.
Por delante de ella, las catorce comparsas con sus respectivos capitanes y sus ‘ejércitos’ de arcabuces, abrían paso ante la multitud que esperaba para poder verla de cerca; y en el caso de las personas impedidas, girarse y saludarles.
Fueron muchos y muchas las que la llevaron en volandas. Tras las obligadas paradas en el Asilo de Ancianos y en la Iglesia de las Trinitarias, sobre la media noche, entraba al templo, siendo recibida en loor de multitudes.
Una vez en la Iglesia de Santiago, y tras el recorrido tradicional por el interior del mismo y efectuadas las salvas de bienvenida en la Plaza de Santiago, se cantó de nuevo el Himno de Bienvenida y la Sagrada Imagen fue elevada a su trono en el Altar, donde permanecerá hasta el próximo día 9. ¡Villena ya huele a fiestas!
