Después de aquella visión, Juan José se interesó por estos temas, aunque
él siempre fue bastante escéptico, quería saber alguna respuesta de lo
que pudo ser, algo que le hiciera sentir más tranquilo.
Leyendo varios artículos en bibliotecas lo más parecido que puedo leer
sobre su caso fue en los que comentaban historias muy parecidas a la
suya, donde en dichas historias siempre se comentaba que vivimos en una
realidad alternativa llamada «Matrix».
Pasados unos años nuestro protagonista llegó a la Universidad, fue en esta etapa en la que tuvo una segunda visión.
Era en época de exámenes y Juan José se pasaba noche y día estudiando,
luchando por su futuro, le estaba yendo muy bien en los estudios y no
quería perder esa buena racha.
La noche de aquella visión, no cenó nada y estaba muy cansado, tanto se quedó dormido en la mesa de estudio.
Sintió que caía bruscamente en algún lugar, de fondo se percibía un
sonido parecido a una música, Juan José quería abrir los ojos pero no
podía, se sentía extremadamente cansado.
Al cabo de un rato despertó dentro de una especie de bolsa amniótica,
una especie de membrana gruesa muy parecida a cuando estamos dentro de
la madre.
Juan José empezó a revolverse dentro de ella, quería salir de ahí, se
sentía muy agobiado. Hubo un momento en el que ya pudo salir de allí,
cayendo en el suelo junto al líquido que le cubría dentro de ese «saco».
Juan José se incorporó y tenía la sensación muy extraña, le recordaba a una especie de esófago, como si
estuviera dentro de un cuerpo de dimensiones colosales, a izquierda y
derecha de ese túnel habían cuerpos humanos dentro de ese tipo de sacos,
podía ver rostros un poco difuminados dentro de ellos.
Muy al final de ese túnel había una especie de puerta con unos extraños
símbolos, por extraño que parezca él sabía leerlo a la perfección, Juan
José leyó mentalmente: «Luz y oscuridad».
Al leer esa frase se empezó a escuchar una especie de alarma por todo el lugar, y acto seguido se percibieron unos golpes fuertes que procedían de esa
misteriosa puerta. El chico se retiró un poco de la puerta, finalmente
se abrió y dos grandes luces empezaron a perseguirle. Hubo una gran
persecución por esos raros túneles donde llegaron a un callejón sin
salida, no había escapatoria, la caída era muy grande.
De repente a Juan José le salieron una grandes alas de su espalda, saltó
de ese lugar, no podía volar muy bien pero le sirvió para poder huir de
esas luces resplandecientes.
Continuó avanzando por esos pasillos cuando enfrente suyo aparecieron esas
dichosas naves de la primera historia. Esos aparatos volantes escupieron
una especie de red y capturaron al chico.
El joven sintió unas convulsiones y despertó en la mesa de su
escritorio, todas las hojas de sus estudios estaban empapadas en sangre,
el dolor de cabeza le duró más de una semana.
Juan José actualmente sigue estudiando derecho, ¿seguirán atormentándole estas visiones?
¿Son estas visiones la verdadera realidad y pocas personas la han visto?
Son preguntas que sólo sabremos algún día, cuando nuestro destino llegue a su fin.