Hoy lunes se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La inserción laboral en personas con discapacidad ha experimentado ciertos cambios de peso con el paso de los años. Según datos del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), durante el 2016 aumentó el número de contratos entre las personas de este colectivo, logrando un incremento del 10,32% con respecto a los años anteriores. A pesar de los datos oficiales, las personas discapacitadas se siguen encontrando en una posición relativamente débil a la hora de competir por un puesto de trabajo.
Colaboración familiar
La colaboración de la familia es fundamental en los procesos de inserción, y se deben potenciar los canales que permitan a los profesionales ofrecer su ayuda y apoyo, ajustando las expectativas reales sobre las posibilidades de integración laboral y social en las personas con discapacidad.
El rol principal de la familia debe ser el de favorecer la autonomía e independencia del trabajador. Cada empleo conlleva una serie de exigencias (desplazamientos, vestimenta, relaciones con los compañeros, etc.) que deben ser trabajadas junto con los familiares. Sin embargo, las interferencias en los procesos de inserción deben evitarse a toda costa, como en el caso de las relaciones directas entre los miembros de la familia y el centro de trabajo.
Formación del trabajador
Durante mucho tiempo, las dificultades para la inserción laboral de las personas discapacitadas se han achacado erróneamente a la carencia de una formación profesional. Los contenidos que se muestran más valorados en los procesos de inserción están relacionados con las habilidades sociales (comunicación y colaboración en el entorno laboral), habilidades para organizar y planificar las tareas con autonomía y la resolución de problemas en el trabajo.
Un agente de inserción laboral
Un factor clave para lograr el éxito en los procesos de inserción se relaciona con el acompañamiento en la empresa. Esta tarea la lleva a cabo un agente de inserción laboral, y su duración e intensidad puede variar conforme a las necesidades concretas de cada trabajador.
A pesar de la idea preconcebida de que el seguimiento es prescindible en algunas tipologías de discapacidad, se ha podido comprobar que el acompañamiento no está condicionado por el tipo de discapacidad, sino más bien por las características del trabajador, su entorno y el propio puesto de trabajo.
Recursos personales del trabajador
Por recursos personales del trabajador entendemos distintos comportamientos que actúan de un modo favorable ante los procesos de inserción laboral: habilidades sociales (iniciativa, habilidades comunicativas e interpersonales, autoestima, autocontrol, etc.), cuidado de la imagen personal (modo de vestir, higiene, etc.) y una actitud de interés y colaboración de cara al trabajo.
¿Crees que estos factores pueden ayudar a vencer las barreras físicas y psicológicas (estereotipos) que todavía están presentes en la sociedad? Si conoces otros aspectos que puedan favorecer la inserción laboral en personas discapacitadas, ¡compártelos con nosotros!
Manifiesto del Cermi con motivo del Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad
Por otro lado, AMIF Villena se une al manifiesto del Cermi con motivo del día 3 de diciembre de 2018, Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad.
Con motivo del Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad, instaurado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea, a escala mundial y europea, y que cada año se celebra el día 3 de diciembre, el movimiento social español de la discapacidad articulado en torno al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), como expresión del tejido cívico de derechos humanos de las personas con discapacidad y sus familias, hace público el siguiente:
- En España y en la Comunitat Valenciana, las mujeres y los hombres con discapacidad que residen en áreas y zonas rurales constituyen un grupo poblacional numeroso, que supera el millón de personas, con índices de exclusión social y carencia de apoyos y recursos adecuados mucho mayores que los de la población urbana con discapacidad, lo que supone una presión constante y creciente para abandonar este medio. Las personas con discapacidad y sus familias deben ser consideradas como agentes clave en el proceso de transformación del medio rural en un entorno inclusivo, que bajo el prisma de la innovación social ofrezca un nuevo modelo de entorno sostenible y armónico de convivencia donde todas las personas puedan desplegar su potencial humano.
- El movimiento CERMI aboga y reclama la necesaria aprobación de una Estrategia Estatal y Autonómica de Desarrollo Rural Inclusivo, con vigencia para el próximo quinquenio, con enfoque de género, que promueva, planifique, programe, coordine y encauce las acciones públicas y cívicas dirigidas a las personas con discapacidad y sus familias, que residen en el entorno rural en España, a fin de mejorar su participación, acceso a derechos y bienestar social, favoreciendo su arraigo y la continuidad de la población con discapacidad en entornos rurales que actualmente corren peligro de despoblamiento y abandono. Todo ello con arreglo al marco de referencia de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
- Un desarrollo rural inclusivo, con apoyos efectivos y sin discriminaciones ni exclusiones frente a los estándares urbanos, no puede entenderse sin la dimensión de género, que bajo un enfoque interseccional, tenga presentes y dé respuesta a las necesidades de las mujeres y niñas con discapacidad residentes en el medio rural, las más invisibles, actualmente sometidas a índices más elevados de exclusión, pobreza y violencia, así como de las mujeres cuidadoras de personas con discapacidad. Es absolutamente preciso promover desde la sociedad civil organizada actuaciones de empoderamiento de las mujeres con discapacidad residentes en el mundo rural, dirigidas a lograr que ninguna se quede atrás.
- Las políticas públicas deben potenciar la búsqueda y generación de nuevos yacimientos de empleo en el mundo rural, incluido el emprendimiento, que permitan la creación de riqueza en este entorno, en clave de sostenibilidad que combine las oportunidades de la economía verde con la dimensión inclusiva en la creación de empleo digno y de calidad y en la transformación del entorno rural para hacerlo acogedor y amistoso con las personas con discapacidad.
- Es esencial identificar y desplegar buenas prácticas de convergencia asociativa entre entidadesplataformas-instituciones representativas de la discapacidad y de personas en riesgo de exclusión y del desarrollo rural dirigidas a atender las necesidades de cualquier persona residente en el medio rural en situación o en riesgo de exclusión social.
- Resulta asimismo imperioso poner en práctica fórmulas de gobernanza y colaboración innovadoras entre diferentes agentes participantes en el desarrollo rural, a la hora de diseñar, planificar e implantar apoyos, recursos y dispositivos de promoción y atención a las personas con discapacidad y sus familias.
- Las políticas públicas de desarrollo rural inclusivo, europeas, nacionales, autonómicas y locales, han de fortalecer el arraigo de entre las personas con discapacidad y sus familias residentes en este medio, colaborando así a atenuar la amenaza de despoblamiento que sufre España y ciertas zonas de nuestra Comunitat Valenciana.
- Debe diseñarse una estrategia conjunta entre las distintas instancias, estructuras, plataformas y entidades en la lucha contra la despoblación del medio rural, que mitigue la presión constante a la que se ven sometidas las personas con discapacidad y sus familias para abandonar el campo y trasladarse de modo no querido a zonas urbanas. El movimiento CERMI aportará al Foro Nacional de Despoblación el enfoque del sector social de la discapacidad en relación con las estrategias contra el despoblamiento del medio rural.
- Disponer de estudios, investigaciones y análisis estadísticos, sociológicos y económicos que permitan conocer la realidad de las personas con discapacidad y de sus familias residentes en el medio rural constituye una necesidad ineludible para sustentar la futura estrategia nacional de desarrollo rural inclusivo que el movimiento CERMI reclama con urgencia a los poderes públicos.