La Asociación Española de Guardias
Civiles siempre ha valorado positivamente el trabajo que se hace desde el
equipo de redes sociales de la Guardia Civil. Nosotros mismos estamos presentes
también en ellas dando visibilidad a la labor que llevan a cabo todos los
miembros de esta Institución y denunciando a través de ellas las necesidades y
carencias que tenemos para dar un buen servicio al ciudadano. Las redes han
contribuido y contribuyen a que los ciudadanos, que siempre nos han tenido en
gran valor, conozcan más de cerca nuestro trabajo y nuestro compromiso con la
sociedad.
Desde AEGC también hemos querido
destacar del peligro que pueden tener las redes sociales y muchas veces hemos
pedido a través de ellas responsabilidad en su uso para que no se conviertan en
un lugar de acoso, vejación y denigración. Por eso nos el descredito al que
están llevando a nuestra Institución las acciones de algunos de sus propios
integrantes, quienes buscando notoriedad en una de estas redes, Tik Tok, abusan
del uso del uniforme, olvidando que nuestra uniformidad no es sólo un traje de
trabajo, es la imagen que representa al Cuerpo Policial mejor valorado por los
españoles.
Para nuestra asociación la
responsabilidad de este vergonzoso proceder por parte de algunos compañeros la
tiene la propia Dirección General que, en su afán por modernizar la imagen
“digital”, ha creado su propia cuenta en esta red social en la que no ha dudado
en colgar sus propias coreografías como si en nuestras horas de servicio los
guardias civiles nos dedicáramos a bailar. Reiteramos que AEGC siempre ha
valorado positivamente el trabajo que el equipo de redes de la Institución
realiza pero creemos que la entrada en Tik Tok ha sido un total error que ha
abierto las puertas a que los agentes puedan hacer el uso de su uniformidad en
sus redes particulares. Nuestra asociación espera que la Dirección recapacite y
piense que se está jugando con la credibilidad de todo un Cuerpo en el que sus
profesionales se esfuerzan cada día por servir al ciudadano no sólo
correctamente, sino excelentemente.
SI QUEREMOS SER RESPETADOS COMO
INSTITUCIÓN COMENCEMOS A RESPETARNOS NOSOTROS MISMOS