La
Guardia Civil de Alicante, en el marco de la Investigación Caimanali, ha
intervenido un caimán de 1,60 metros y un águila de harris en una finca de Sax.
El
caimán vivía en unas codiciones inadecuadas, que impedían que tuviera la
calidad de vida óptima necesaria para su especie. Su propietario lo anunciaba
para la venta por 2.000 euros.
El
pasado 25 de febrero, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de
Monóvar tuvo conocimiento de la existencia de un caimán, que podía encontrarse
en una finca particular de forma irregular. Se trataba de un ejemplar de gran
tamaño, que el entonces propietario tenía a la venta por 2.000 euros.
Los
agentes del SEPRONA, en estrecha colaboración con el Colegio Oficial de
Veterinarios de Alicante y el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y
Regulación de las Exportaciones (SOIVRE), dieron inicio a una ardua
investigación llevada a cabo para localizar e identificar al presunto
propietario así como la localización de la finca dónde supuestamente se
encontraba el animal.
Tan
pronto como consiguieron identificar plenamente al implicado, y lograron ubicar
la vivienda en la localidad de Sax, los agentes se desplazaron hasta el lugar
al objeto de realizar una inspección. Así, el pasado lunes 1 de marzo, hallaron
en el domicilio un caimán (caiman cocodrilus) de más de un metro y medio de
longitud, junto a un ejemplar de águila de harris (parabuteo unicinctus).
Requerido
el titular de la finca para que acreditara la legal procedencia de los dos
animales, así como su tenencia, sólo pudo aportar el documento de cesión del águila,
si bien no pudo demostrar la lícita propiedad del caimán. Tampoco pudo
acreditar el origen de ninguno de ellos. Además, del caimán, ni siquiera
aportaba el seguro correspondiente para la tenencia de animales potencialmente
peligrosos. Por este motivo, la Guardia Civil intervino los dos ejemplares.
El
martes 2 de marzo, el SEPRONA procedió al traslado y depósito del caimán en el
Parque Zoológico Río Safari de Elche, donde cuentan con las condiciones
adecuadas para su correcto desarrollo. Ya se le ha insertado el microchip,
quedando registrado en el Registro Informático Valenciano de Identificación
Animal (RIVIA).
Por
su parte, el águila permanecerá en la finca de Sax, ya que el propietario sí
que posee unas instalaciones adecuadas para ella, a la espera de la resolución
del expediente por parte de las autoridades competentes.
El
SOIVRE, autoridad científica encargada de realizar el análisis y autenticación
de los ejemplares, determinará el tipo de especie, su catalogación y el grado
de protección a la que están sometidos. Al tratarse especies afectadas por el
Convenio de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la inclusión en uno u otro
anexo, determinará que la responsabilidad sea administrativa o penal, en base
al Reglamento Europeo número 338/97, de protección de especies de la fauna y
flora silvestres mediante el control de su comercio.
Sendos
animales se encuentran a disposición del Administrador de Aduanas e Impuestos
Especiales de Alicante, autoridad competente para determinar su destino
definitivo.