Los agentes trabajan en invierno con temperaturas bajas sin calefacción y en verano con olas de calor y sin aire acondicionado.
A la Guardia Civil le han vuelto a “entrar los temblores” con la llegada de la ola de frio que llevamos varias semanas sufriendo en la provincia de Alicante, con temperaturas nocturnas rozando todas las noches los 0 grados en la costa hasta los -6,5 del interior. Dos años después de sufrir el frio intenso de Filomena y de denunciar la carencia de aparatos de calor en muchos de los puestos de la Benemérita en la provincia alicantina seguimos en el mismo punto que estábamos. Si los agentes no quieren trabajar en un ambiente helado, sin guantes, abrigos, etc. son ellos mismos los que deben poner una solución al problema llevando de sus casas los calefactores.
Así están por ejemplo en los vestuarios de puestos de la Guardia Civil tan importantes como son los de San Juan, Jávea, Altea, Dolores, Callosa del Segura, Pego, Guardamar, Pedreguer y el vestuario femenino de la prisión de Fontcalent donde todos los componentes de cada unidad se tienen que cambiar con las temperaturas actuales de menos de 10 grados en invierno o a más de 28 grados en temporada estival.
Como ejemplo estas pasadas madrugadas, en los inicios de turnos de mañana y noche, en Unidades de costa, en el exterior apenas se alcanzaban los 5 grados y los guardias civiles tenían que cambiarse con los vestuarios helados y en el interior la situación se agrava.
En AEGC no entendemos como la Guardia Civil, después de la experiencia que nos dio Filomena, sigue sin dar una solución a un problema que sufren agentes y ciudadanos.
Desde AEGC urgimos a que la Guardia Civil ponga una solución a un problema, que no es nuevo y que por tanto tienen conocimiento desde hace años, por salud laboral de los Guardias y bienestar de los propios ciudadanos.
Si los responsables de solucionar estas deficiencias piensan que en unos meses ya no habrá problema porque se habrá ido el frio AEGC les recuerda que llegaran las olas de calor y los agentes en vez de soportar frio tendrán que trabajar a más de 35 grados. Por lo tanto consideramos que la Guardia Civil no puede seguir mirando para otro lado y dejar que los agentes sean los que pongan remedio porque entre sus obligaciones no está la de acondicionar su puesto de trabajo, esa es obligación de la Benemérita.