Esta semana quedará inaugurado un nuevo tesoro en Villena en pleno Barrio de Las Cruces, junto al Rabal y su imponente Castillo de la Atalaya. Por primera vez, la ciudad va a contar con una vivienda turística rural ubicada sobre el Monte de San Cristóbal, al más puro estilo ibicenco, pero conservando todos los motivos que caracterizan a una de las casas que se construyeron hace siglos en la zona más querida para todos los villenenses y visitantes.
«La Arracada», que podemos confesar que es un verdadero tesoro de la arquitectura mediterránea más primitiva, es la casa que ha rehabilitado un matrimonio muy querido en Villena, Faustino César Alonso y su esposa, María del Carmen Muñoz.
Ambos han dedicado todo su empeño en demostrar su amor por su pueblo y por ofrecer un nuevo establecimiento dada la escasez de oferta en la ciudad, donde apenas podemos encontrar un hotel centenario y otra casa familiar que hospeda a turistas y visitantes. Desde esta misma semana, Villena puede presumir de tener entre su oferta, una vivienda con capacidad para ocho personas, en una casa donde se va a tener la impresión de ir ascendiendo por una calle, donde se encontrarán habitáculos decorados con exquisitez y buen gusto.
María del Carmen Muñoz, que se encargará de gestionar este establecimiento, ofrece cuatro habitaciones amplias, equipadas. Tres cuartos de baño completos, que junto a una cocina que recuerda los espacios amplios donde nuestras abuelas preparaban los guisos de cada día, se podrá disfrutar de un coqueto comedor ubicado a diferente altura del salón, con mesa maciza de madera y suelos de época, de esos que ya no se pueden contemplar en ninguna parte.
Desde la concejalía de Turismo de Villena están encantados en la puesta en marcha de este proyecto de Faustino y María del Carmen. Ellos también ofrecen la posibilidad de poder tener a media pensión o pensión completa esta vivienda, acudiendo por un pasaje que desde los aledaños de la casa dan acceso al Bar Jardín de Las Cruces.