Sobre las 10.30 horas del lunes, José P. recibía a ÁGORA HABLA en la puerta del Teatro Cervantes, situado en la Colonia de Santa Eulalia. Fue un recibimiento con los brazos abiertos, y con ganas, muchas ganas de contarnos qué está haciendo para conservar este ‘mini Teatro Chapí’ por las similitudes que tiene con el de Villena. José ha sido bautizado como ‘el okupa de Santa Eulalia’, pero lo único que tiene de okupa es que duerme dentro de esa belleza patrimonial, declarado Bien de Interés Cultural, acompañado por sus fieles escuderos: sus dos perros.
José tiene defensores y detractores. Lo único que podemos afirmar es que el tiempo que estuvimos escuchando sus explicaciones, nos hizo trasladarnos en el tiempo, y demostró ser un entendido de la materia. Uno de los cuatro vecinos que habitan entre semana en la colonia (los fines de semana y en verano la cantidad asciende a más de cien personas), estaba allí, junto a José, que prefiere mantenerse en el anonimato, «ya que el protagonista es este magnífico teatro, y no yo». Le echa una mano para tratar de mantener el teatro en buenas condiciones.
El teatro es un edificio de planta cuadrada, estructurado a la italiana, con un escenario amplio con embocadura en concha, adornado con molduras y con accesos a bambalinas en ambos lados. Sobre él se levantaba la caja, a fin de mejorar las acústica y colocar la maquinaria de la tramoya. Contaba con un acceso principal orientado al este, sobre el cual está la única ventana, y una puerta lateral en el muro oeste, al lado de la cual se sitúa la taquilla. La zona más dañada es la del escenario, vestuarios y la tramoya, que es por donde se accede a este singular lugar.
José P. lleva en Santa Eulalia desde el pasado 9 de febrero, y su presencia ha servido para poner en valor la zona, que tras finalizar la grabación de la serie de Canal Nou ‘L’Alqueria Blanca’, volvió al silencio y al ostracismo total. José aterrizó en la colonia «de rebote. Nunca había oído hablar de esta zona. Me puse a buscar un lugar abandonado para poder habilitarlo, ya que en la provincia existen muchos sitios, y me decidí por este teatro, que dicho por entendidos, es único en el mundo por su forma y estructura. Recuerdo haber visto un vídeo en 2017, y es increíble el mal estado de este edificio, y de otros de la colonia», afirma José.
Ha llevado a cabo labores para solucionar el agujero que existe en el tejado del teatro, «el cual pone en peligro toda la estructura del espacio, que por suerte, y a pesar del estado de semiabandono, está en buen estado.», matiza. Además, José comenzó con el desescombro del escenario, «separando baldosas, piedras buenas que se pueden reutilizar y escombro como tal». También ha retirado los principales restos de escayola y cañas, que aumentaban la peligrosidad actual del tejado.
José, o #Salvarteatro_Cervantes o #SantaEulalia, como prefiere que se denomine su lucha, por no querer protagonismo, ha llegado a ponerse en contacto con las familias que son dueñas y herederas del teatro, pero económicamente no pueden sufragar la rehabilitación del singular edificio. Al parecer, uno de los vecinos que vive todo el año en Santa Eulalia, y en su caso, en el término municipal de Villena, heredó un buen puñado de metros de tierras más cinco viviendas, como pago por una cantidad que le adeudaban de hace años. Intentamos ponernos en contacto con esta familia, pero fue imposible.
Desde que José se instaló en la colonia, se ha hablado de una posible venta del teatro, el Palacio del Conde, la bodega y otros edificios históricos que se están dejando perder. Todo va por lotes, o por otro tipo de especulación. Él no sólo hace labores de restauración, como es la zona del escenario donde no queda maleza alguna ni escombros, fruto del trabajo de este enamorado del patrimonio; hace de anfitrión en las visitas.
El teatro se construyó a finales del siglo XIX, al igual que el resto de los edificios de la colonia, y se abandonó probablemente antes de la década de 1940, estando en la actualidad derruido en parte. Señalar que el Teatro Cervantes de Sax es más antiguo que el de Santa Eulalia, y el Teatro Chapí, está más cercano al año en el que se construyó el de la colonia, que primero se denominó como «Teatro», y donde se reunían los vecinos de la colonia. Posteriormente tomó el nombre de Cervantes, al igual que el de Sax.
No obstante, en las paredes del teatro se pueden ver retratos de Ruperto Chapí, Jacinto Benavente, y adornos muy similares al teatro villenense. Pero además del teatro, justo al lado, y también en mal estado se encuentra el Palacio de los Condes, que comenzó a construirse en 1898 con un estilo que combina el modernismo con la arquitectura industrial de la época.
Hay que destacar la presencia de la fábrica de Alcoholes La Unión, un edificio de gran altura, adosado a la bodega y con una característica chimenea cuadrangular. En ella se destiló el coñac Santa Eulalia hasta 1936, cuando la colonia ya estaba en plena decadencia. Existen los enormes toneles, ahora vacíos, pero que acogieron litros y litros de alcohol en su época.
Desde que José se instaló en el teatro, han pasado por allí más de 300 personas. Toda esta actividad se inmortaliza en imágenes, y ahora recoge datos de los visitantes para ofrecer información de todo lo que hace y los avances que poco a poco van dando sus frutos. «Estoy a la espera de que me contesten de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y de la Universidad de Valencia», apunta; al tiempo gracias a asociaciones, como el caso de Somos Anti Xenofobia, con Carmelo López a la cabeza, ayuda en lo que puede.
Se baraja realizar actividades como narraciones poéticas o actuaciones musicales. José está muy agradecido a las pocas personas que habitan en la colonia, «ya que no me falta de nada. Hasta mis perros están muy bien, y tienen comida de sobra. A mi con poco me basta», manifiesta. José desea que el Teatro Cervantes de Santa Eulalia «sea un edificio de puertas abiertas»; mientras que apunta que si estuviera haciendo algo malo «vendrían técnicos de las distintas instituciones para avisarme de que está en malas condiciones», algo que no ha sucedido, según José.
Este domingo recibió la visita de arquitectos técnicos, «y apuntaron que estaba todo correcto, dentro de los desperfectos con los que cuenta el edificio». Se baraja cualquier opción para que el teatro pueda, a medio o largo plazo, volver a abrir sus puertas. Entre las posibilidades se encuentra el crowdfunding, aunque de momento desea seguir trabajando poco a poco y a la espera si esa restauración llega por parte de la administración pública, “aunque me gustaría que esas labores las realizaran estudiantes de Bellas Artes de alguna de las dos universidades” que citó anteriormente.
Cuenta con un permiso para, en un principio, proteger un reloj de sol, que se puede ver en la torre de lo que antiguamente fue Alcoholes Unión. «Quienes conozcan o hayan visitado Santa Eulalia, sabrán a que obra de arte me refiero. Se trata de un reloj de sol, que después de más de 100 años, sigue marcando las horas correctamente. Nadie puede negar que es puro arte», declara.
Este enamorado del arte y la cultura tuvo la ocasión de hablar con un anciano de 91 años de Monóvar que «me contó que asistió al entierro del Conde porque lo enterraron en la ermita, y al desentierro porque vino su familia de Barcelona a llevarse el cuerpo para enterrarlo allí«.
Pero, y según pueden ver en este documental titulado «La Colonia de Santa Eulalia: La decadencia de un sueño», hablan de la mujer del Conde, que no permitía jugar a los más pequeños, y cuentan cómo era el palacio cuando estaba habitado.
No obstante, este joven, como diría aquel, tiene al «enemigo en casa». Los propietarios del teatro y de gran aparte de los inmuebles históricos de esta colonia también han denunciado la ocupación. Ahora se suma una asociación de reciente creación. Se trata de la Asociación Cultural Colonia de Santa Eulalia. ÁGORA HABLA ha hablado con su presidente, Juan Pedro Muñoz Chico.
En un principio, esta asociación, está a favor de la conservación del rico patrimonio con el que cuenta la colonia, «pero no con el fin de esta persona», apunta Juan Pedro. «Está realizando una restauración, pero no estamos a favor de las medidas que está tomando para ello».
Muñoz asegura que «ocupar un Bien de Interés Cultural no es la mejor manera de renovar este patrimonio, ya que se hace de manera ilegal, y saltándose las normativas de dicho patrimonio. Además, con su presencia en un teatro en ruinas, contribuye al desgaste del edificio, ya que no se puede vivir en él».
El presidente de la Asociación Cultural Colonia de Santa Eulalia matiza que «hace propaganda para que acuda la gente, y se hagan fotos en los palcos. La estructura está muy dañada. No obstante, y así lo decimos, la presencia de este chico, la problemática de los edificios de la colonia de Santa Eulalia ha salido del olvido, pero vuelvo a repetir que es preocupante su presencia en el teatro».
Juan Pedro Muñoz asegura que «nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento de Sax para abrir diligencias que solucionen este problema, así como la dejadez de las instituciones y de los propietarios de los inmuebles. Sabemos que los dueños han denunciado a esta persona». Para finalizar, Muñoz avisa que «en breve llevaremos a cabo reuniones para dar a conocer un proyecto que manejamos para sacar del olvido a la colonia de Santa Eulalia».
Por su parte, José afirma que ha tendido la mano para reunirse con miembros de esta asociación, «pero ellos no quieren reunirse conmigo, ya que aluden que mi paso por aquí no es beneficioso para sus intereses. He de reconocer que tanto la Policía Local como la Guardia Civil han tenido conmigo un exquisito trato», apunta.
Tras nuestra visita, José P. mantuvo una charla vía telefónica con con don José Enrique M., heredero de Colonia Santa Eulalia. «Es la segunda vez que hablamos. La primera conversación fue en persona, aquí en el teatro, a los pocos días de llegar. Mientras no me demuestre lo contrario, públicamente manifiesto, mi completa confianza en su palabra. Y por supuesto gracias de corazón, por permitirnos continuar aquí, recuperando y conservando el teatro, sin ánimo de lucro», declara.
No es sólo la lucha de José, sino la de todas las personas que han visitado la colonia, ya que el joven no desea protagonismo, «sino salvar el teatro y dotar a la colonia de interés». Para ello, ha habilitado cuentas en las redes sociales, donde se puede seguir cómo avanzan las obras, las visitas y una especie de «diario de abordo» donde se explica todo lo hecho en estos días:
Facebook: https://www.facebook.com/TeatroCervantes.ColoniaSa… .
Instagram: https://www.instagram.com/teatrocervantes.santaeul… .