Tiene tan sólo 18 años, pero apunta muy alto. Es el caso de José Miguel Ruiz Navarro, percusionista de la Sociedad Musical Ruperto Chapí, y miembro de una familia festera donde las haya. Es
nieto de conocidos festeros como Miguel Navarro «El Tito»,
y sobrino del conocido Miguel Navarro «El Tito», cabo de
los Moros Viejos. Este enamorado de los trenes, va a estrenar el próximo día 25 de junio en Las Virtudes su obra titulada «Fortaleza de Villena», una marcha cristiana que ha compuesto con pasión.

Desde
hace ya muchos años, José Miguel se mostró interesado por la música, sobre todo por
el piano, que ha sido un instrumento al que la he cogido cariño, «porque tenemos uno de pared en casa y ya desde bien pequeño hacía filigranas con él. Tocaba la sintonía de Doraemon, con 3
años», e improvisaba música de Moros y Cristianos, a
partir de los 9 años, y ahora estudia piano para perfeccionar su técnica.

José Miguel apunta que eligió la
modalidad de percusión y, contó con un gran maestro, José Castelló, «al
que echo de menos. Fui aprendiendo poco a poco la técnica de los
instrumentos de percusión. Pero, como empecé en una edad en la que
la prioridad era el estudio, tuve
que dejarme temporalmente la música, en el tercer curso», explica este joven músico. No obstante, y tras ese parón, retomó sus estudios en la Sociedad Musical Ruperto Chapí, allá por el año 2012, y se siente orgulloso de pertenecer a esta histórica agrupación musical, «que
hoy en día admiro por la forma en la que pude integrarme entre los
músicos que la componen, que a día de siguen siendo grandes
personas con las que poder contar. Considero esto de la música como
una droga totalmente sana. Dicen que la música forma a las personas
y viceversa», apunta este enamorado del grupo Muse.

Ya en 2013 hizo su primera composición de Moros y Cristianos, una marcha
mora a la que llamó «Argelia». «F
ue
un buen comienzo. Se dice que de la práctica se aprende, o más bien
de los errores.
pero
que nunca llegó a oírse en banda. No pierdo la esperanza de que
algún día se estrene también
«, asevera el joven. Pero José Miguel vivirá su gran momento el próximo día 25 de junio en Las Virtudes cuando suene por primera vez «Fortaleza de Villena». No obstante, Ruiz no sabe si finalmente podrá estrenar su obra ese día, ya que todavía no lo ha confirmado la Sociedad Musical Ruperto Chapí: «Esta composición la hice por libre, es decir, sin dedicatoria a comparsas. Va dedicada a
mi actual profesor de percusión, Roque Javier Amat, y a su hermano, José Manuel Amat. En un principio se suponía que sería estrenada
en el concierto de fin de curso, que se celebra el día 25 en Las
Virtudes», apunta.

Pero, ¿qué es lo que se va a escuchar en esa composición? José Miguel lo explica de la siguiente manera: «Escuchará lo
mismo que un músico en una marcha cristiana: Introducción y diverso
fraseo a lo largo de la obra. Por su melodía define claramente la
intensidad con la que se celebran los Moros y Cristianos en esta
localidad. De ahí el nombre ‘Fortaleza de Villena'».

Pero si hay una persona a la que José Miguel admira es al maestro constestano Francisco
Valor: «S
e
le puede considerar maestro de maestros, tanto como persona como
músico. Le conocí en Cocentaina, el año pasado, en el concierto de
música festera que celebra todos los años el 6 de agosto. Siempre
que le he pedido algo, ha estado ahí para echarme un cable. Ahora
que recientemente perdió a su padre,
creo que se merece un fuerte homenaje. Que mejor que darte las
gracias por haber estado ahí para todo, Francisco».

Nunca ha estudiado composición, y lo dice claramente. Tiene un oído musical primoroso, y tiene muy clato que «de
la práctica he ido aprendiendo y mejorando. Todavía me queda
muchísimo por aprender, de hecho estoy en lo más básico de este
mundillo. Más bien diría que si compongo, es por afición, porque
disfruto con ello, porque echo las horas en ello. Ya se sabe que lo
que te gusta, se disfruta», declara.

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Dicen que soñar no cuesta nada, y este joven villenense, a pesar de tener los pies en el suelo, tiene su particular sueño: «Llegar a ser profesor o director de una banda de
música. Hacerme lucir y ser conocido por la población. Para ello
estoy estudiando sin cesar, poco a poco, para conseguir este sueño», asevera.

A pesar de que hay toda una familia festera detrás, José Miguel apunta que «no soy festero. Soy simplemente músico. Este
mes de junio tendré la oportunidad de entrar a la banda oficial de
la SM Ruperto Chapí. No me interesa cobrar o no, me interesa disfrutar de los
desfiles y de su gente. Tampoco siento presión alguna por proceder de una familia muy involucrada en la fiesta», manifiesta.

Afición por los trenes

Pero si la música marca el camino de José Miguel Ruiz Navarro, su otra pasión son los trenes. Sí, los trenes. Desde bien pequeño se ha interesado por este campo, y es un seguidor acérrimo de las viejas y nuevas locomotoras. «La
afición por los trenes, puedo confesar que viene por estar viviendo
muchos años en frente de la vía. Desde bien pequeño veía pasar
esos largos expresos y me entraba mucha curiosidad. Aunque ahora esté
casi todo por el AVE y le quede poca vida a la estación
convencional, sigo teniéndole cariño a los trenes que pasan por las
vías. Son un toque característico de esta población», explica el músico.

Y como ciudadano de la población y usuario de los trenes, reivindica algo que casi toda Villena y comarca solicita desde hace años: más trenes de cercanía: «Villena
necesita conexión con la línea C-3 de cercanías de Alicante.
Aumentaría mucho el número de usuarios que usan el tren como
transporte público y se podría ir a Alicante y volver por menor
precio».

Esta es la historia de un joven enamorado de la música, que podría estrenar su obra el próximo mes de junio en Las Virtudes y que pronto entrará a formar parte de la Sociedad Musical Ruperto Chapí, de manera oficial. ¡Mucha suerte!

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