El pasado 26 de julio se aprobó, en el pleno del
Ayuntamiento de Elda, el nuevo Protocolo Contra el Acoso Sexual, una de las
acciones que tienen cabida dentro su I Plan de Igualdad. Jesús Sellés, Concejal
de Recursos Humanos, ha sido uno de sus principales artífices y para él “es
todo un motivo de orgullo haberlo podido hacer con medios propios y contando
con la colaboración de todos los agentes implicados en la casa consistorial, ya
que eso hace que todos seamos parte activa de este plan”.
Para su creación han realizado encuestas a los funcionarios
y han estudiado bancos de buenas prácticas que se están realizando en otros
ayuntamientos. Además, desde el Comité de Seguridad y Salud del Ayuntamiento
han recibido muchas propuestas. El edil aclara que “este protocolo se ha creado
para asegurar que los trabajadores tengan unas condiciones seguras y no han
tenido hasta el momento ningún caso denunciado, por lo que no se trata de un
plan creado a posteriori de una
denuncia”.
El concejal ha recordado cuando “María Such, Directora
General Del Instituto Valenciano De Las Mujeres Y Por La Igualdad De Género,
vino a la presentación y dijo que estaba bien que hubieran tantos hombres
dentro de la sala”. Y añade: “Hay gente que tiene la teoría de que la igualdad
es cosa de mujeres, pero nosotros nunca lo hemos considerado así”.
Este protocolo surgió a raíz del Plan de Igualdad, que es
por su primera edición y también ha generado una Comisión Permanente de
Igualdad. No se trata solamente de un plan de acción, también aporta
herramientas en lo referente a formación y la integración de un mediador
externo. “Cuando se da un caso de acoso, mientras se realiza el proceso de
averiguación, lo primero que se quiere dar es seguridad a la supuesta víctima,
pero también la posibilidad de explicarlo a la persona que ha sido denunciada
al comité”, informa Sellés.
Según el concejal, “la figura de mediador externo aporta
mayor transparencia a todo el proceso”. Explica que no es necesario que sean
los propios funcionarios de la casa los que tengan que medir las situaciones de
acoso, si no que pueden acudir a él, y en base a unas pautas establecidas,
tomaría declaración a ambas partes para llegar a una solución justa.
Tal y como han publicado en la Oficina Virtual de Atención
al Ciudadano, tras la aprobación del protocolo se abre un intervalo de treinta
días para reclamaciones o sugerencias. Aunque el concejal confirma que se debe
presentar el plazo, al haber participado todos los miembros del equipo de
gobierno y haberse aprobado en pleno, no habrá ningún inconveniente y podrá
ponerse en funcionamiento lo antes posible.
El protocolo se hará llegar por la intranet a todo el
funcionariado, independientemente de si trabajan dentro del edificio del
ayuntamiento o no. Desde ahí podrán acceder fácilmente a este documento y a
todo lo que conlleva. Tras su aprobación definitiva, la Comisión de Igualdad lo
tendrá en continuo seguimiento para comprobar que todo funcione correctamente y
valorar si se debe ampliar alguna medida.
Sellés ha declarado que no todas las instituciones poseen
planes de este tipo pero que “afortunadamente, cada vez se está legislando más en
pro de la igualdad”. Añade que “la aplicación de un plan de este tipo puede
depender del volumen de personal que haya en un ayuntamiento”. Y concluye: “en
muchos casos, por las restricciones que puso el gobierno anterior en lo
referente a tasas de contratación de personal, muchos ayuntamientos pueden
sentirse atropellados por todas las legislaciones que hay que cumplir, pero se
intenta hacer lo mejor posible.”
Generalmente, apenas existen datos sobre el acoso laboral,
pero la última encuesta realizada por el Instituto de la Mujer de la Unión
Europea ha dado como resultado que más de la mitad de las mujeres lo han
sufrido alguna vez. Un tercio de ellas ha indicado que se ha realizado dentro
del ámbito laboral.