Siempre
es agradable pasear por una calle llena de arbolado y en el inicio de
la calle Gran Capitán existen unos árboles majestuosos que nos
ofrecen una sombra agradable y placentera a las personas que por
allí transitamos.
No
obstante, las ramas de los árboles que se dirigen a las fachadas de
los edificios colindantes, han crecido de tal manera que penetran en
las ventanas (si las abren) y en los balcones de las viviendas. Los
vecinos y vecinas de dicha calle muestran su malestar y descontento
ante este hecho.
Creemos
que se debería haber planificado mejor la poda, teniendo en cuenta
el desarrollo futuro de estos árboles y evitando de este modo las
molestias a las personas residentes en dichas viviendas. En el
momento en que nos encontramos, habría que estudiar la mejor
fórmula, de acuerdo con la vecindad afectada, para conseguir que las
ramas de los árboles no golpeen ni molesten a las viviendas.