Como se dice: no se ama lo que no se conoce, hoy quiero hablarles de Ecuador, mi país, ubicado en un lugar privilegiado en América del Sur entre Colombia y Perú y bañado por el Océano Pacífico en el que se encuentran las islas Galápagos, dividido en dos hemisferios por la línea equinoccial y en cuatro mundos por su geografía; lo que origina admirables contrastes de pendientes como el de los picos cubiertos de nieve de los Andes en donde se eleva el volcán activo más alto del mundo Cotopaxi, sin dejar de mencionar la majestuosa Selva tropical Amazónica; así como sus bellas playas verdes de la costa del Pacífico donde las Islas Galápagos son un tesoro vivo de la evolución de las especies.
Ecuador es considerado como uno de los 17 países megadiversos, según las cifras reportadas de especies registradas por unidad de área, en comparación con otros países, se concluye que el país es el más biodiverso del mundo (Mittermeier et al, 1997, 1998). País pluricultural donde conviven 13 nacionalidades Indígenas, lugar de la Eterna Primavera y principal exportador de banano, flores y cacao.
Nuestros orígenes se remontan hacia 12.000 años a. C. Gozamos de un sistema democrático desde 1979, aunque la inestabilidad política en un pasado reciente hasta 2006 llevó a Ecuador a una crisis económica, política y social; que forzó a migrar del país a más de tres millones de ecuatorianos a un país de puertas abiertas que nos acogió y permitió desarrollar nuestras capacidades, constituyéndose en la cuarta población más numerosa en España.
El pasado sábado 16 de abril, la tierra tembló bajo Ecuador dejando más de 600 muertos, 8.340 heridos y 155 desaparecidos, se calcula que alrededor de 100.000 víctimas que requieren algún tipo de asistencia, alojamiento y refugio, agua potable y alimentos son las principales necesidades básicas que se necesitan cubrir aunque también otras seguirán siendo necesarias, reflotar la zona económicamente, una economía basada fundamentalmente en el turismo ha visto roto sus sueños.
Nos han conmovido ver imágenes de ciudades derruidas como: Manta, Pedernales, Portoviejo entre otras; que no se aprecian en medios de comunicación pero también han sido afectadas también hemos podido ver milagros que sostienen con vida a personas que aparecen entre los escombros tras muchos días sepultados, y sobre todo lágrimas muchas lágrimas.
Desde el otro lado del continente vivimos también ese dolor por que nos duele la tragedia de los nuestros hermanos y compatriotas. Añoramos nuestro país e impotentes ya que no es posible prestar servicio alguno desde la distancia, enviamos nuestras más sinceras deseos de esperanza a todo el Ecuador y a través de este espacio y en nombre de todos los ecuatorianos que nos encontramos lejos del país, deseo expresar nuestra solidaridad y condolencias a las familias que perdieron sus seres queridos y el anhelo ferviente de que pronto se restablezca la prosperidad en las zonas afectadas.
Y ante tan gran catástrofe ¿qué podemos hacer?
En primer lugar acercarnos a los que conocemos, somos vuestros vecinos y vecinas, compañeros y compañeras de trabajo, amigas de la asociación “Simón Bolivar” y de la devoción de la Virgen del Cisne, nosotros quienes ayudamos a cuidar a vuestras madres y padres, en los quehaceres del hogar, participamos en las asociaciones? pregúntales por sus familias, por su temor ante tanto dolor y la impotencia que muchas veces causa la distancia, interesarnos, acompañarles y darles esperanza ya que conocemos situaciones cercanas a quien ayudar, por ello la comunidad ecuatoriana de Villena empezaremos a movilizarnos y realizaremos colectas. ¡Animo a colaborar!
Así mismo, varias organizaciones han puesto a nuestra disposición los medios para hacer llegar la ayuda necesaria, así tenemos:
-Cáritas, teléfono 965114836, Cuenta de ayuda: ES66 0081 1490 7900 0101 5905
-Manos Unidas, Cuenta de ayuda: ES31 0049 1892 6322 1052 5246
-Cruz Roja teléfono 900 017 912, Cuenta de ayuda: ES92 0182 2370 4600 1002 2227
-Unicef teléfono 902 314 131, Cuenta de ayuda: ES51 0030 8301 7700 0030 4271. Entre otras.
Se trataría de hacer posible una solidaridad efectiva y también afectiva. Que entre todos y todas hagamos, como canta la poetisa de nuestro país; “Si todo puede ser, todo es posible”.
Muchas gracias por su corazón generoso.
