Pasear por nuestro pueblo y redescubrir los rincones, vistas y calles que lo configuran es lo que muchos sajeños hacen día a día. Sax está intentando desarrollar su turismo cultural, pero, para ello, todos estos lugares deben tener un mantenimiento, tanto por seguridad como por estética. Pero luego vas a subir al castillo por la plaza de San Blas y te encuentras unos bonitos graffitis de color rosa que se unen a la suciedad y matojos que engullen la escalera de metal. Creo que esta no es la imagen que debemos dar.
El conjunto de graffitis comienza en la propia escalera de la grada de San Blas, luego, una sucesiva alusión al amor, identificados los autores como “LAMAIMA” y @hermanasfails18, van desarrollando su discurso tanto en la parte alta de las gradas, en la pared del depósito, como en las paredes del acceso al castillo. Parece que sea bastante reciente el conjunto de graffitis de color rosa, esta obra de vandalismo, ya que también se han dejado el bote de spray, que también explotaron por distintos escalones y han dejado un rastro que dirige justo hasta el bote de spray rosa con el que han hecho todo esto.
No sé si alguien de los que nos lee puede haber visto a su hijo/a, nieto/a o sobrino/a (pensamos que debe ser cosa de niños o adolescentes), con la ropa o las manos manchados de color rosa, pero ahora a ver si esto se va a quedar en las paredes de acceso al castillo para siempre. Ahora será responsabilidad del Ayuntamiento limpiar esto, pero también debemos concienciarnos y concienciar de la necesidad de conservar las cosas, de no romper, pintar o hacer actos vandálicos en nuestro pueblo.
Antes estas escaleras tenían una puerta. Creo que una solución puede ser poner esa puerta y poner un horario de apertura y cierre de la misma. Así podríamos evitar que este espacio sea el lugar perfecto para que nuestros jóvenes se escondan y den rienda suelta a su imaginación artística, como han hecho aquí.