Los
socialistas de Villena creemos que las personas y los recursos
naturales deben ser protagonistas en el desarrollo de nuestra ciudad.
Valores como la igualdad, la sostenibilidad ecológica, la
solidaridad, la justicia social, la participación democrática, la
transparencia y la dignidad humana deben ser el fundamento principal
de la acción política.

Sin
embargo, si el exceso de oropeles sirve para ocultar una gestión
municipal deficiente, que provoca perjuicios a la ciudadanía, se
evidencia una manera de proceder muy poco creíble y cargada de
demagogia. Es entonces cuando debemos cuestionar la autoridad moral
de quien pretende venderse como un referente del bien común.

Y
eso es lo que ha vuelto a hacer el equipo de gobierno Verde. Recurrir
a la política de escaparate para intentar deslumbrar a la ciudadanía
con eventos mediáticos, grandes palabras y ambiciosos propósitos.
Esta vez valiéndose del aval de una persona de tan reconocido
prestigio como Christian Felber.

El
mismo Gobierno Verde de la mayoría absoluta, que no ha sido capaz de
aprobar unos simples presupuestos municipales, habla ahora de
afrontar retos más complejos que competen al ámbito local y global.
Curioso.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Los
mismos de la farsa de la gestión directa del servicio de limpieza
viaria y recogida de basuras, que subcontratan a los empleados y
empleadas a través de una Empresa de Trabajo Temporal, aluden ahora
a la ética socioeconómica y laboral. Sorprendente.

Un
partido, Los Verdes, que presume de abanderar la participación
ciudadana en la toma de decisiones, tras demostrarse la tomadura de
pelo que ha supuesto su simulacro de presupuestos participativos.
Increíble.

Un
Gobierno cuyas políticas ambientales y ecologistas, tras ocho años
al frente de la Alcaldía, han sido prácticamente residuales y casi
anecdóticas. Y que, a pesar del oscurantismo, la ausencia de
información y la falta de explicaciones de muchas concejalías
durante esta legislatura, el Gobierno Verde habla ahora de
transparencia como si fuera una práctica habitual. Inaceptable.

Según
parece, Villena va a sumarse al movimiento de la Economía del Bien
Común. Sin duda, algo muy deseable y beneficioso. Lástima que la
“Experiencia Verde” confirme que se trata, sobre todo, de una
etiqueta vacía de contenido, tal y como se deduce aplicando el
sentido común.

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