Hoy venimos a señalar uno de los problemas que tiene nuestra ciudad. Se trata del lamentable estado de calzadas y aceras de muchas calles en nuestro municipio. Pasear por algunos barrios de nuestra ciudad es una aventura, pues se encuentran todo tipo de obstáculos que sortear. Dependiendo por la calle que se transite se pueden hallar aceras sin losetas, calzadas llenas de hoyos, una carretera con diferentes niveles de parcheado, o una farola en medio de la acera.
Cabe señalar que el mantenimiento de calles es una competencia de carácter local, recogida en la Ley de Racionalización de Bases de Régimen Local. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, el mantenimiento de nuestra ciudad se ha convertido en un tema menor para el gobierno eldense. Prueba de ello es que la mayor parte de las inversiones para el arreglo de calles en Elda ha venido de otras administraciones.
Esta dependencia de recursos, unida a los problemas de la improvisación del gobierno que se están generando en esta legislatura, está dejando una ciudad con dos imágenes muy distintas. Por un lado, encontramos una ciudad cuyas calles son arregladas en varias ocasiones, por otro lado, hay barrios que apenas han recibido inversión en 2 años.
El Alcalde y su equipo, prometieron cambiar una ciudad que iba a dos velocidades, además hicieron público que su objetivo para el presupuesto de 2017 era el mantenimiento de la ciudad, sin embargo, el presupuesto para inversiones y mantenimiento marca un 3% únicamente. No sabemos qué tipo de sortilegio aplicarán para conseguir tal fin, lo que sí sabemos es que hasta ahora, desde inversión puramente municipal solo han salido parches.
Otro de los problemas que aqueja nuestro municipio es el estado en que las empresas dejan las calzadas tras soterrar conductos de energía o telecomunicaciones. Hemos sido testigos directos de la existencia de zanjas que en poco tiempo se han hundido, dejando a la vista las conducciones que las empresas han colocado, lo cual supone un riesgo considerable para la seguridad ciudadana.
Exigimos al equipo de gobierno que aumente las inspecciones a este tipo de obras y que reclame a las empresas los daños causados. Asimismo, consideramos que los convenios para el levantamiento de zanjas con estas empresas deberían ser revisados, dado que algunos datan de más de 10 años y podrían estar obsoletos.