Elda
cuenta con 478 parcelas agrarias en abandono, con una superficie de
casi 1.200 hectáreas, lo que supone cerca del 30 por ciento del
término municipal. Si a esta superficie se suman las 256 parcelas de
terreno cultivado y otras 409 de terreno semicultivado que se han
contabilizado, se alcanzan 1.854 hectáreas, casi la mitad del
territorio eldense. Estas son las cifras más relevantes de un
estudio encargado por la Concejalía de Agricultura a la Agencia de
Dinamización Rural Buscatierras.
El
principal objetivo de este estudio es conocer las características
del parcelario rústico eldense para valorar la posibilidad de crear
un Banco de Tierras, iniciativa que han puesto en marcha otros
Ayuntamientos de la comarca: “Un
Banco de Tierras es, básicamente, un registro de campos abandonados
que sus propietarios están dispuestos a ceder o alquilar”,
ha señalado el edil de Agricultura, Vicente
Deltell,
subrayando que “las
personas interesadas pueden consultar este registro, que regula el
Ayuntamiento mediante una simple ordenanza, y contactar con los
propietarios para acordar el modelo de cesión mediante un contrato
privado”.
Del
mismo modo, según se remarca en las conclusiones del estudio, el
problema de abandono de tierras de cultivo afecta a la erosión del
terreno y a su degradación agrícola, además de aumentar el riesgo
de incendios, mientras que “la
puesta en marcha de un Banco de Tierras aumenta las oportunidades de
trabajo relacionado con el sector agrario, además de que gestionar
la tierra supone gestionar el territorio, fijar población y luchar
contra el cambio climático”,
ha indicado Deltell
en base al estudio.
Cabe
recordar que Elda cuenta con un término municipal reducido y
aparentemente colonizado por la ocupación urbana, industrial y la
segunda residencia. En este sentido, sorprenden los resultados del
estudio, en el que se indica que la media de la superficie en
abandono se sitúa en 2,48 hectáreas, una cifra que indica la
potencialidad alta del activo agrario de Elda y, contra todo
pronóstico, la suma del parcelario rústico cultivable llega casi al
50 por ciento de la extensión total del municipio.
El
estudio realizado también divide el término municipal en 14 zonas o
polígonos y en cada uno de ellos se detallan y contabilizan las
parcelas y superficie de terreno cultivado, semicultivado,
abandonado, forestal o destinado a otros usos. El trabajo se completa
con una relación del parcelario agrícola en abandono con su
correspondiente referencia catastral, a efectos de localización, y
un plan de comunicación recomendando diferentes actuaciones a
seguir.
Para
la realización de este estudio se han recorrido la práctica
totalidad de los entornos rurales del término municipal, además de
usarse también las ortofotos más recientes como base de trabajo,
mientras que para gestionar la información recabada se ha utilizado
la herramienta informática QSIG (un Sistema de Información
Geográfica de uso libre), que es capaz de integrar, almacenar,
editar, analizar, compartir y mostrar la información geográficamente
referenciada. Todo este trabajo de análisis y diagnóstico del
parcelario rústico eldense ha sido realizado por los técnicos José
Ferrero Albert,
licenciado en Ciencias Ambientales, y Joan
Carles Caldentey,
Técnico Agrícola y Dinamizador Rural.