Aprovechando
que mañana se celebra
el día internacional contra el ruido, las
concejalías de Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana han presentado
hoy una campaña de información sobre el ruido y otras molestias que
genera la instalación de cara al verano, de terrazas en la calle por
parte de muchos establecimientos de hostelería de la ciudad.

“Disfruta
de la calle, respeta al vecindario”
es el mensaje que resume la campaña,
cuyo objetivo se enmarca dentro de las acciones de prevención que
contempla el Plan Acústico Municipal, y apela tanto a la
concienciación de los clientes, como a la responsabilidad de los
establecimientos hosteleros para evitar el riesgo de ruidos
innecesarios y molestos. A tal, fin, la semana pasada se mantuvo una
reunión en el Ayuntamiento con propietarios de varios
establecimientos, que mostraron su disposición a colaborar en que se
respete la normativa, que recoge la “Ordenanza Municipal Reguladora
de la Ocupación del Dominio Público Municipal mediante mesas,
sillas y otros elementos auxiliares”, en vigor desde el pasado año
2012.

De
los numerosos
apartados que contempla esta ordenanza,
que en su mayoría afectan al procedimiento para aquellos
establecimientos que solicitan la autorización de una terraza, hay
tres aspectos en los que la colaboración ciudadana también es
importante.

El
primero de ellos es el cumplimiento del horario,
que es igual para todos los establecimientos, independientemente del
horario autorizado en el interior de los locales. Este horario, desde
el pasado 1 de abril y hasta el próximo 31 de octubre es de ocho de
la mañana a una de la madrugada, ampliándose los viernes y sábados
y vísperas de festivo hasta la una y media.

Otro
aspecto que marca la normativa y en el que incide la campaña es que
el titular del establecimiento dispone
de media hora para recoger los elementos de la calle en el interior
del local, cosa que deberá hacerse con la suficiente diligencia para
evitar ruidos, quedando
prohibido el arrastre de mesas y sillas. Así mismo, la autorización
de terrazas queda condicionada a que en las viviendas o locales
contiguos o próximos no se registren niveles sonoros de recepción
superiores a los establecidos en la legislación vigente en materia
de contaminación acústica.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Un
último aspecto aborda la campaña es que hay que respetar el
espacio de la vía pública ocupado por las terrazas,
así como el número de mesas y sillas acordados, con un doble
objetivo: que no se incremente el nivel sonoro ambiental y que no se
obstaculice la movilidad ciudadana. Para facilitar el control de este
espacio se señalizará el perímetro de la zona autorizada mediante
cinta adhesiva en el pavimento, según las condiciones que especifica
claramente la ordenanza.

La
edil de Medio Ambiente, Pilar Calpena, ha desvelado que a esta
campaña que ahora se centra en las terrazas, le seguirá otra sobre
otros tipos de ruidos molestos que se generan en la ciudad como
puedan ser los que producen vehículos, alarmas, domicilios,
industrias, bares, etc. que también están regulados por otra
ordenanza municipal, en este caso la denominada “Ordenanza para la
Prevención y Control de la contaminación acústica”. “En la
víspera del día internacional contra el ruido, creo que es el
momento de apostar por la disminución de los niveles de
contaminación acústica que impiden una buena convivencia, y ese es
un reto que se ha planteado la concejalía de Medio Ambiente”.

Por
su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Amat, ha
destacado de la campaña su carácter preventivo
y conciliador,
que apela al civismo para que no colisionen el derecho al descanso y
el derecho al ocio y se generen conflictos que nadie desea, en cuyo
caso la Policía Local se vería obligada a levantar acta de las
infracciones y el Ayuntamiento sancionará lo que determine la
ordenanza, “que para eso está”. Y ha remarcado que lo último
que se busca con esta campaña es sancionar, entendiendo
que lo prioritario ahora es informar y sensibilizar, para comenzar
después a aplicar con rigor la normativa”.

No
obstante, recordamos que las sanciones de la ordenanza oscilan entre
150 euros a 750 las leves y pueden llegar hasta los 3.000 euros en
faltas muy graves.

Promedio 0 / 5. Votos: 0