El
alcalde, Rubén Alfaro,
ha anunciado hoy una bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)
para 2018 de un 5%, que el ejecutivo local formado por PSOE y
Compromís llevarán como propuesta a la aprobación del Pleno.
Se
trata de una bajada que situará el tipo impositivo en el 1,075, muy
lejos del 1,22 que lo colocó el anterior equipo de Gobierno del
Partido Popular en sus últimos años de mandato.
La
aplicación de este descenso del 5% supondrá que más de 20.000
viviendas verán reducidos sus recibos, y la mediana de estos recibos
se sitúa en 351,17 €. Esto quiere decir que la mitad de los
recibos emitidos, más de 12.300 viviendas pagarán un recibo de IBI
inferior a 350 euros.
Concretamente
y por tramos, 3.400 viviendas pagarán menos de 200 euros; casi 6.000
viviendas pagarán entre 200 y 300 euros; otras casi 5.000 pagarán
entre 300 y 400 euros; cerca de 4.000 viviendas abonarán entre 400 y
500 euros; la franja de los que pagará entre 500 y 600 euros
afectará a 3.370 inmuebles; 1.437 viviendas pagarán entre 600 y 700
euros, mientras que casi 600 inmuebles tendrán que hacer frente a
recibos de entre 700 y 800 euros; 352 propietarios tendrán un recibo
situado en la franja entre 800 y 900 euros y el resto, cerca de 800
viviendas pagarán más de 900 euros de impuesto de bienes inmuebles.
Alfaro
ha indicado que esta decisión se enmarca en la línea emprendida
desde el comienzo de la legislatura en la que todos los años se han
aprobado bajadas del tipo impositivo: un 4% en 2016, otro 4% en 2017
y el 5% que se propone para el año que viene.
“Hemos
sido consecuentes con lo que prometimos y hemos impulsado todos los
años una rebaja del tipo impositivo para tratar de frenar los
incrementos que se producen como consecuencia de la aplicación
gradual de la revalorización catastral aprobada por el Partido
Popular en 2013”, ha señalado el alcalde.
Para el año que viene se logrará frenar la subida y aplicar rebajas
en zonas que fueron especialmente castigadas en la revisión
catastral como el barrio Molinos de Félix y la avenida de Ronda.
Durante
estos tres últimos años de mandato, con las sucesivas reducciones
de tipo aplicadas, el Ayuntamiento ha dejado de ingresar más de 2
millones de euros.
“Nos
preocupan las persona y nos preocupa su calidad de vida, en su
momento denunciamos que la revalorización catastral perjudicaría a
los vecinos y así ha sido, ahora estamos haciendo esfuerzos todos
los años para corregir aquella decisión que ha lastrado la política
tributaria del municipio”, en palabras del
primer edil.