Una lectora de Ágora Habla se ha puesto en contacto con la redacción de este diario para denunciar una práctica que al parecer se ha puesto de moda en las últimas semanas en la ciudad de Villena. Un grupo de chicas jóvenes visitan comercios donde se recargan los teléfonos móviles, solicitan una recarga, y a la hora de abonarla, aluden que se han dejado el billetero en casa, por lo que esa recarga no se puede anular y el comercio pierde el dinero.
«Está pasando, y lo único que queremos es que todos los comercios de Villena y alrededores sepan que se está haciendo. A mi me ha pasado. Un grupo de chicas jóvenes entró en mi locutorio, me dijeron que querían hacer una recarga de diez euros. Una vez introducido el número del celular, una de las muchachas comentó que se había dejado la cartera en casa, y que no podía efectuar dicho pago», explica la lectora.
«Trabajamos diez horas al día para tratar de ganar 30 o 40 euros, y nos pasa esto. Una vez realizada la recarga, ésta no se puede anular. He tenido que llamar a una de las empresas de telefonía móvil y me lo han explicado», manifiesta; al tiempo que avisa del peligro que existe, y «sobre todo denuncio esto para que sepan en Villena que están estafando a los comercios que recargan móviles».
Esta afectada ya ha interpuesto denuncia en la Policía Local, «y en cuanto cierre mi negocio pienso trasladarme al cuartel de la Guardia Civil para hacer lo mismo», finaliza.