Ambientazo al inicio del partido, tiempo espléndido que propiciaba la buena práctica de este maravilloso juego e invitaba a presagiar una buena tarde llena de emoción. Nos presentamos bien posicionados, mostrando un tejido bien ordenado y compacto, el rival tomó la iniciativa y lo cierto es que obtuvo gran parte de la posesión del esférico durante toda la primera parte.
Lo cierto es que no utilizaron prácticamente el centro del campo, basaron su juego por las bandas, los extremos eran rapidísimos y muy escurridizos, nos crearon muchos problemas y de hecho en los minutos iniciales nos hicieron gol.
Lejos de despeinarse, los nuestros siguieron firmes, tratamos de profundizar, como en una internada de Cristian por la banda izquierda, pero el rival nos esperaba y nos resultaba complicado llegar al área contraria.
El arroz caldoso se nos hincho en el estómago y aunque es verdad que sujetamos al rival, también lo es que no andábamos finos de medio cambo hacia arriba.
En la segunda parte se quedó en la caseta Oli, que trató de distribuir juego y acabó tocado, y salió Mozar, el dueño y señor del centro del campo, el que lleva la batuta, el director, y cuando este tío esta a gusto, hace jugar hasta al portero, salió Santa.
Gran segunda mitad
El hecho es que vimos una sinfonía, juego excelso de tiralíneas, con ritmo e intensidad, jugadas de una estética y maestría que hizieron meter el miedo en el cuerpo del rival, al público y al mismísimo párroco Monzó .
En una extraordinaria internada en la que se trató al cuero con una delicatesen propia de profesionales acabó rematando Pablo al fondo de las mallas, un jugador que está justificando las expectativas por las que se le fichó, el Curro Romero se marcó algunas jugadas de su exquisito arte.
Salió Flecha por Sufi, que acabó mostrando su astucia, Paco por Andrés, que tiró de maestría en alguna que otra jugada y recibió un recado, y Javioto por David Navarro tocado y que a la postre también resultó lesionado.
Santa y Cristian estuvieron soberbios en la zona media, Gómez entonado y participativo, Miguel insoportablemente bien, seguro, valiente, con iniciativas ofensivas.
El rival y el público no asimilaron nuestro juego y dominio, llenos de antioxidantes, de tanta vitamina C que les oxidó la tolerancia y los modales, muestra de que pensaban que iban hacernos comer hasta la cáscara y que se vieron sorprendidos fue que el colegiado mandó al vestuario con roja a dos del Carcaixent y la lamentable actuación de un energúmeno, que ataviado con la indumentaria del Carcaixent, bajó de la grada y agredió a Adri, bochornoso, si hubiera más control por parte de la federación, al personaje este habría que impedirle la entrada al campo por una temporada, nosotros por el contrario dimos muestras de superar ciertos arrebatos y de mantener la cabeza fría.
Final del encuentro con empate a uno, y con la sensación de que estos chavales, cuando se dan las circunstancias y las musas les acompañan, saben jugar como los ángeles.