Las numerosas norias que se encontraban diseminadas a lo largo y ancho de la fértil huerta de Villena, nos dan una idea de la importancia que el agua ha tenido en nuestra tierra, en nuestro pequeño mundo. Hoy por desgracia los acuíferos se encuentran esquilmados y cada vez más profundos, a todos nos suena “la acequia de la mina del Rosario”, “la acequia de la mina Fisura», “acequia del Rey”, Hilo del Rubial, hilo de la Condomina, Hilo del Olmillo, Hilo Bulilla, Hilo Arrahal, y así hasta un sinfín de términos y acepciones referentes al agua.

En otros tiempos las aguas eran orgullo de Villena y sus gentes, aguas subterráneas y caballeras que a golpe de azadón manaban, aguas que tenían toda una infraestructura a su alrededor para el aprovechamiento y distribución del preciado liquido, el agua es vida. Una cultura y una sabiduría agrícola prácticamente perdida, hoy las nuevas tecnologías han desplazado a estas antiguas norias y las han enterrado en el olvido.

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El foro cultural el Salicornio, que entre sus mayores preocupaciones tiene la misión de recuperar y conservar el vasto patrimonio que posee nuestra ciudad, quiere expresar su agradecimiento a los artífices de la colocación de la noria instalada en la rotonda de La Morenica, así como agradecer a los hermanos Francisco y Mateo Ruiz Torro, por la cesión de la noria y a José Izquierdo por la magnífica restauración, recuperar para la memoria de un pueblo esta pieza que forma parte del patrimonio de todos, en algo tan importante para la ciudad como son sus campos y huerta y como no sus estupendas aguas. Recordemos que las épocas de gran bonanza económica en la ciudad de Villena han estado siempre ligadas al campo y a la gran calidad de sus productos.

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