El
corredor viario Alicante-Madrid o A-31 es uno de los que más
intensidad de tráfico de vehículos soporta a lo largo de todo el
año, tanto por su importancia para el movimiento del turismo
español, como por la actividad comercial que lo utiliza en su
transporte, como por el hecho de que las comarcas del Medio y Alto
Vinalopó están densamente pobladas y su vecindad se desplaza a
diario a Alicante por motivos laborales o de ocio. Debido a los
hechos expuestos la autovía A-31 es una de las autovías más
congestionadas, superando su Intensidad Media Diaria los 60.000
vehículos.
La
A-31 es una autovía que se construyó en los años 80 a partir del
trazado existente, de modo que en muchos de los tramos simplemente
se duplicó el trazado de las viejas carreteras nacionales. Además
de ser con diferencia la más antigua de la provincia, en los últimos
25 años apenas ha incorporado mejoras sustanciales más allá de las
propias tareas de mantenimiento. Por todo ello, y debido al aumento
del tráfico, velocidades de circulación y número de accidentes,
hace ya años que se impuso la necesidad de acometer actuaciones de
mejora y acondicionamiento para su adecuación a las nuevas
exigencias de seguridad, y en la medida de lo posible, a las diversas
normas y recomendaciones en materia de carreteras publicadas después
de su construcción.
Siendo
consciente de ello, el Estado en noviembre de 2007 adjudicó a tres
concesionarias la reforma y conservación de la autovía por un
período de 19 años, hasta el año 2026. Estas actuaciones quedaron
incluidas en el “Plan de Renovación de las Autovías de Primera
Generación del Ministerio de Fomento”.
Las
obras de las reformas del tramo La Roda – Bonete ya finalizaron en
2011. Sin embargo la
reforma del tramo Bonete – Alicante se encuentra aún pendiente de
ejecución.
Aunque el Ministerio de Medio Ambiente desbloqueó, el 1 de junio de
2009, el proyecto para remodelar el tramo alicantino de la autovía a
Madrid (A-31), en concreto los 73 kilómetros que separan Alicante de
Villena, con la publicación en el BOE de la declaración de impacto
ambiental favorable, el hecho que la concesionaria de este tramo de
la obra, CIRALSA, se declarara en concurso de acreedores ha producido
un retraso ya intolerable en su ejecución.
Cabe
reseñar que el mantenimiento de la A31 se ha limitado en los últimos
7 años a meros arreglos de desperfectos, sin que se haya hecho el
adecuado seguimiento del cumplimiento del contrato de conservación,
ya que han recibido entre 2012 y 2018 73,4 millones de euros, que no
se han plasmado en las adecuadas mejoras, como tampoco se han
abordado por parte del Gobierno la ejecución de las obras que no
ejecutó CIRALSA.
La
Concesionaria de la Autopista de Circunvalación de Alicante debería
haber invertido más de 74 millones de euros desde que inicia la
explotación de la autopista. Estas inversiones incluían la
ampliación de los carriles de aceleración y desaceleración, así
como la mejora integral de la seguridad vial. Algo que evidentemente
no se ha hecho, con el consecuente deterioro de la vía. Se debe
aclarar quien asume esas actuaciones, redactar el proyecto, que no
está hecho, elaborar los oportunos estudios anteriores y
posteriores, licitarlo, presupuestarlo, y ejecutarlo. Todo ellos sin
menos cabo de que se tomen medidas urgentes para mejorar la seguridad
vial y capacidad de la vía.
Los
municipios del Alto y Medio Vinalopó estamos afectados por esta
paralización y la ciudadanía que transita esta autovía ya no
pueden esperar más y demandan que el Estado garantice unos niveles
de seguridad y servicio asimilables a los que prestan las autovías y
autopistas de reciente construcción, como está obligado a ello.
Por
todo ello, el Grupo Municipal Socialista hemos presentado una moción
al pleno municipal, a través de la cual pretendemos instar al
Gobierno central a que solucione
los problemas existentes para que puedan acometerse en el plazo más
breve posible, las obras proyectadas para la adecuación de la A-31 a
su paso por los municipios de la comarca del Alto y Medio Vinalopó,
asegurando las disponibilidades presupuestarias necesarias para ello.
Solicitando también que entre otras actuaciones se incluyan las
previstas inicialmente relacionadas con la ampliación de los
carriles de aceleración y desaceleración, así como la mejora
integral de la seguridad vial.
En
la propuesta presentada también se solicita se realice una auditoría
de las actuaciones realizadas por las empresas concesionarias de la
explotación y conservación de la A31 en el tramo entre Alicante y
Bonete entre 2012 y 2018, y en su caso, exigir que realicen aquellas
actuaciones que no han llevado a cabo.
Esperamos
contar con el apoyo del resto de grupos políticos para así dar un
impulso entre todos y todas a esta actuación tan necesaria que no es
la primera vez que la reivindica el ayuntamiento de Villena.
