El pasado 3 de diciembre del 2017, en la vecina localidad de Caudete se producía un seísmo superficial de 12 kilómetros de profundidad, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Este suceso ha sido la excusa perfecta por parte del equipo de gobierno verde para omitir el mantenimiento de un edificio que es un BIC de propiedad municipal, el Santuario de las Virtudes.
Es cierto, que se están tramitando subvenciones pendientes de llevar a cabo. Una iniciativa surgida desde el Partido Popular y presentada en Junta de Gobierno. Vísperas de la Romería, técnicos municipales visitaban las instalaciones y decretaban medidas importantes con carácter de urgencia, como el apuntalamiento de la antigua ermita y restricciones en su acceso.
Pasadas las fiestas patronales y desde el Partido Popular, observamos con tristeza como el mantenimiento ni está, ni se le espera. Un edificio que muestra imágenes tan lamentables como estas, donde la dejadez y falta de conservación sigue haciendo daño a un edificio emblemático de Villena.
Un conjunto arquitectónico que adolece, como en tantos otros edificios municipales, de un correcto plan de mantenimiento.