El pleno ordinario de diciembre ha dado por aprobado el pago de las tres últimas anualidades adeudadas a la empresa constructora y que gestiona su funcionamiento de la piscina cubierta municipal, lo que permite al Ayuntamiento ponerse al día tras el próximo abono de 1,2 millones de euros. Con esta decisión, el Ayuntamiento ejecuta del plan de pagos y ordena su relación con la empresa, dejando como pendiente el ejercicio de 2023, que se cerrará el próximo 31 de diciembre.
El concejal de Hacienda, Juan José Olivares, ha señalado que “a partir de ahora podemos ordenar mejor nuestras cuentas, puesto que ya estamos al día en este tema. Nos queda que la empresa cierre cada año natural a 31 de diciembre y que presente sus cuentas durante el primer trimestre. Y el Ayuntamiento abonará esa factura durante el año en curso”. Desde su punto de vista, “esta es otra de las cuestiones que venían acumulándose con el tiempo y que hemos sigo capaces de resolver de una vez, poniendo punto a final a cuestiones administrativas y reclamaciones económicas que se han complicado a lo largo de los últimos años”.
Olivares ha señalado el esfuerzo que se ha realizado puesto que con el abono de estas tres anualidades que estaban pendientes, son seis en total las que se han realizado para equilibrar las cuentas y eliminar la deuda con la empresa.
Esta deuda que ahora se solventa con el acuerdo plenario de hoy es fruto de las cantidades reclamadas por la empresa por la construcción, que se terminó en 2012, como por el déficit acumulado por el servicio prestado en los últimos años.