El pasado jueves fueron aprobados los presupuestos municipales, por parte de un equipo de gobierno convertido en adalid y bandera de una igualdad que solamente ellos entienden y saben, frente al resto, los analfabetos igualitarios. Un presupuesto que, como tantas otras cosas, viene repleto de conceptos paternalistas maquillados en asambleas. Ahora, por fin los presupuestos 2016 de la mayoría absoluta verde, han visto la luz.
Finalizando julio, con unos presupuestos que comenzarán a aplicarse, con un poco de suerte, en septiembre a pesar de su mayoría. Pero aquí nunca pasa nada, para cada roto hay un descosido. El asumir responsabilidades sobre la tardanza y falta de gestión, no está en el “momento” verde. Lejos quedan aquellos tiempos, cuando se rasgaban vestiduras, criticando arduamente cualquier tardanza en la presentación de las cuentas municipales.
Pero ahora, lo que antes era un descalabro desmesurado, ahora son problemas ajenos al municipio y nadie asume responsabilidades. Un retraso, que viene impuesto y según palabras textuales del alcalde, “una vez solucionados los problemas técnicos del área de Intervención». Entendemos por ello, que las principales injerencias para que los presupuestos municipales no hayan estado en tiempo y forma, vienen impuestas por los técnicos municipales. Vaya….
Y ahora sí, por fin y gracias a estos presupuestos, se va a producir la amortización de deuda y con ello, se acabará la falacia encubierta de la deuda acumulada con la Generalitat. Una exigencia que se voceaba y exigía a los Gobiernos valencianos de antaño y que ahora vemos como se diluye en el tiempo. Será porque esta gobernada por sus socios de Compromís y Podemos, esos que les dieron cancha en las elecciones generales, colocando en sus listas a algunos de nuestros concejales y concejalas.
Sigue añadiendo nuestro alcalde en un ejercicio de demagogia, que en años venideros, vendrán mejores perspectivas, con una deuda resuelta y eliminado el tan manido techo de gasto. Gestión impecable, exclusivamente achacable a las bondades del equipo verde. Nada que ver con directrices del gobierno central, ni por los impuestos que pagan los ciudadanos y que van a seguir pagando religiosamente. Recuerden que en breve vendrá la famosa regularización catastral que según “ellos”, les viene impuesta por “otros”, pero que será recaudada y gestionada por el actual gobierno verde.
Un presupuesto que llega tarde, muy tarde, con un retraso nada achacable a las luchas internas por el “reparto del pastel”, aunque sí a causas ajenas e impuestas al gobierno municipal. La nueva Generalitat nada tiene que ver con la duda pendiente, cuando hace algún tiempo, era la culpable de ahogar económicamente a nuestra ciudad. Incluso dicen textualmente que “el ministro Montoro, prefiere derivar el dinero a los bancos y las grandes fortunas, que invertirlo en ayudas a la ciudadanía”. Un mantra de la marca Podemos, que al final nos damos cuenta que son quienes nos gobiernan.
Un discurso que defiende una cosa y la contraria, dicho por el concejal de hacienda, el mismo que ha sido incapaz de poner al cobro los recibos del mercado durante más de cuatro años. Y es que a pesar de cuadrar las cuentas, se aumentan las inversiones. Y se va a mejorar el asfaltado y alcantarillado, efectuar reparaciones hidráulicas y construir nichos en el cementerio. Obras que en su mayoría cuentan con subvenciones otorgadas por Diputación, esa que tan alegremente tratan en sus mociones como “nidos de corruptos”, y que quieren hacer desaparecer, junto a sus socios de Compromís y Podemos, mientras cada día ocupan sus cómodos sillones en los hemiciclos provinciales.