Nuestra
Señora María de las Virtudes, Patrona y Alcaldesa de la Ciudad, ya
está en Villena y eso, sin duda, es motivo de alegría: las Fiestas
de la Virgen, nuestras singulares y espectaculares Fiestas de Moros y
Cristianos, las declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional
por el Gobierno de España el pasado año, ya están aquí.
Desde
el Partido Popular y quienes lo componemos, un año más, nos
involucramos con nuestras tradiciones y raíces participando y
disfrutando, junto con toda la ciudadanía, y quienes nos visitan,
de unos días en los que los sentimientos están a flor de piel
debido a lo que representan nuestras queridas catorce Comparsas y
evocando a quienes nos dejaron este bonito legado.
Nuestra
fe, tradición y cultura no podemos dejar que se vea menospreciada y
relegada a posiciones que no merece. No merecemos que no se nos llame
a las cosas por su nombre, que nos intenten aleccionar valiéndose de
radicalismos para imponer criterios y denominaciones y no merecemos
tampoco que se solapen aspectos importantes y fundamentales, para el
crecimiento y dignidad de nuestras fiestas, con adoctrinamientos
infértiles y subjetivos. Deseamos poder compartir momentos para
aplaudir a nuestras Regidoras, para almorzar en el Patio del Festero,
para echarle una mirada cómplice a la Morenica, para acudir a la
Conversion del Moro al Cristianismo y para, entre miles de actos más,
despedir, el Día 8, a la Mahoma.
Villena
es una ciudad generosa, anfitriona, histórica y hospitalaria. Lo
demostramos año tras año y se observa en nuestra Banda Municipal de
Música, cada festero, cabo, Cargo Festero, arcabucero y en todas y
cada una de las piezas de este fantástico puzle. Y se hace palpable
porque nunca olvidamos a quienes están lejos, están enfermos, a
quienes sufren y a quienes llevamos incrustados en el corazón y
nunca se han ido por ello.
A
modo simbólico y como si de un ritual se tratase, permitidnos que
como el año pasado, el Partido Popular y quienes lo conformamos, os
invitamos a emocionaros con una vibrante nota musical, a saborear ese
almuerzo villenero ya nombrado, a oler una rama de alábega, a
degustar unas pastas y regarlas con un buen licor, a disfrutar de la
alegría de un desfile, a escuchar, a ver, a reír y si es de
emoción, también a llorar.
¡Felices
Fiestas de Moros y Cristianos 2016!