El lince se acerca tranquilo a la cámara, husmea el objetivo durante unos segundos y después se retira de la escena dejando a la vista su hermoso pelaje moteado. Sería uno de tantos vídeos de fototrampeo salvo por un detalle que lo convierte en extraordinario: no se grabó en Doñana, Sierra Morena ni los Montes de Toledo, sino en la localidad alicantina de Villena, en un espacio natural muy cercano a Yecla y lindero con la comarca murciana del Altiplano.

El testimonio gráfico de esta incursión del todavía escaso ‘Lynx pardinus’ en la provincia de Alicante, confirmada por el Gobierno valenciano y el programa Iberlince, se obtuvo el 19 de enero a las 20.29 horas. Y no por casualidad. Las cámaras se habían instalado días atrás después de ser avistado el felino por dos jóvenes naturalistas de Villena, los hermanos Marcos y Bruno Ruiz, que buscaban gorriones molineros en el campo. Pudieron tomarle una fotografía, de mala calidad, que compartieron con otros expertos en fauna.

Tras coincidir todos en que se trataba de un lince ibérico –la primera cita confirmada en la Comunidad Valenciana–, se puso en marcha un dispositivo para conseguir imágenes, en colaboración con las autoridades medioambientales de la Generalitat y el programa Iberlince, la estrategia para la conservación de la especie que coordina la Junta de Andalucía, informa a ‘La Verdad’ Pablo Perales, miembro de la Sociedad de Estudios Biológicos Iberoafricanos (SEBI), coautor de la cita e integrante del equipo que sigue detrás de la pista del carnívoro, para confirmar si sigue en la zona o ha continuado con su viaje de dispersión en busca de algún lugar propicio en el que establecerse.

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«Por las medidas de las huellas parece un macho joven, y además no lleva collar radiotransmisor», explica Perales, quien opina que el felino «podría haber llegado desde alguno de los núcleos poblacionales de Castilla-La Mancha», donde se están reintroduciendo ejemplares en diferentes puntos de Ciudad Real y Montes de Toledo desde hace algunos años para que recuperen sus territorios históricos en esa comunidad.

El lince también ha tenido presencia en espacios naturales del Altiplano como el Monte Arabí y la Sierra de Salinas. De hecho, técnicos de la Consejería de Medio Ambiente murciana han realizado prospecciones en esa comarca con vistas a las liberaciones previstas en el futuro proyecto Iberlince II, aunque las densidades de conejo son de momento escasas allí, así que se ha apostado por realizar las primeras reintroducciones en la Región en sierras de Lorca –Gigante-Pericay, Lomas del Buitre-Río Luchena y Torrecilla– y Caravaca de la Cruz –Casa Alta-Salinas–, como informó La Verdad de Murcia el domingo pasado.

«Este lince habrá pasado seguro por Yecla, Castilla-La Mancha y ahora la Comunidad Valenciana», aventura Pablo Perales, para quien esta inesperada visita «evidencia la potencialidad del noroeste de la provincia de Alicante para albergar una población de lince ibérico en un futuro cada vez más cercano». Perales, radicado en Torremendo, forma parte de un equipo de jóvenes naturalistas que completan José R. Rodes, Ángel Dolón, Yamila Arjona, Pablo J. Martínez y Javier Barón, que colaboran con la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural del Gobierno valenciano e Iberlince para seguir documentando los pasos de este mamífero en Villena. Aunque no pueden asegurar que aún siga por allí.

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