El Villena CF flirtea con el descenso. Esta vez ha sido el CD Torrevieja, rival directo en la lucha por la permanencia el que ha pescado en una Solana que sigue estando en un lamentable estado.
Al patatal de terreno de juego, con resbalones por parte de futbolistas de ambos equipos, hay que sumar la poca iluminación que tiene el vetusto estadio municipal.
Es imposible practicar buen fútbol en una hierba que, para colmo de ambos conjuntos, fue regado antes del duelo, dejando algunas zonas del terreno de juego totalmente embarradas. ¿Qué pasaría en un campo con mejor césped o en uno de hierba sintética? Pues, visto lo visto, el Villena CF hilvanaría mejores jugadas porque a los futbolistas se les ve maneras, pero no lo pueden demostrar en un campo donde el patadón y el fútbol directo se convierte en la jugada más ensayada en la pizarra del técnico Rodri.
Los jugadores del cuadro salinero que se han quedado en la grada, junto a algún aficionado visitante, lamentaban el mal estado del terreno de juego. A estas alturas de competición, y con el casillero con únicamente seis puntos en 15 partidos disputados, el Villena CF, además de medirse al rival, tiene que luchar contra un césped que en cualquier momento puede mandar a algún futbolista al hospital.
Comentario a parte merece una parte de la afición local, cuatro energúmenos, que no representan al Villena CF porque no saben representarse ni a ellos mismos, que no pararon de escupir landeces de su boca contra el banquillo visitante, donde, el técnico Kiko López obligaba a los suyos a dar la mano al rival, a meterles una reprimenda a sus futbolistas para que echaran el balón fuera para que fuera atendido algún jugador local. Pero no solo la tomaron con el banquillo local, también lo hicieron con el juez de línea que en la segunda mitad cubría el ataque de los locales.
El partido, y salvo alguna acción aislada, ha sido de guante blanco. El colegiado, José Francisco Meseguer, expulsó en los últimos instantes del partido al local Falcón, que vio la segunda amarilla por protestar. Flaco favor le hacen estas personas al fútbol, más si cabe, cuando habían a escasos metros un grupo de niños de poca edad.
En cuanto al partido, pues quizás el empate hubiera sido lo más justo. El duelo fue malo, con mucho juego vertical y con escasas ocasiones de gol. El peso del choque lo llevó el cuadro salinero, aunque el Villena CF lo intentó, sobre todo en jugadas a balón parado.
El los primeros 45 minutos hay que reseñar una buena respuesta del meta local Alberto, a disparo de Abel Caballero. La réplica llegó por parte de los locales con un remate de Davito que se marchó rozando el palo del meta visitante Juanpe, que un minuto más tarde volvió a lucirse al atajar un duro chut de Óscar.
Con empate a cero se llegó al tiempo de asueto. El CD Torrevieja salió enchufado. Primero Agustín, y después Tomi, pusieron en vilo a los aficionados locales. Y echando mano al refranero popular, “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompió”, a favor de los visitantes. Omar, un delantero espigado de color, logró anotar el 0-1, tanto que a la postre daría el triunfo a los de Kiko López.
Fue en el minuto 57 de partido. Pero dos minutos más tarde, Agustín estuvo a punto de hacer el segundo de los salineros. Rodri decidió mover ficha, y saltaron al terreno de juego Falcón y Luis. El equipo mejoró. Tomó las riendas del juego, y sobre todo del centro del campo.
También salieron en la reanudación Chema y Juanfran. El Torrevieja logró encerrarse atrás, de manera ordenada, y trató de sorprender a los locales a la contra.
El tiempo pasaba y el 0-1 seguía campeando en el electrónico y la ansiedad de los futbolistas del Villena CF lo intentaron hasta no poder más. Y lo tuvo el cuadro local. En el último suspiro, el meta visitante Juanpe realizó dos paradas antológicas, al tiempo que Falcón se “auto expulsaba” por protestar en el tiempo de prolongación.
Al final, nueva derrota del Villena CF que, si nadie lo remedia, tiene pie y medio en Segunda Regional en pleno mes de diciembre, por muy duro que parezca. Lo que no se puede negar es la lucha, la entrega y la “testiculitis” que le echan en cada partido, aunque los resultados no acompañen y la Diosa Fortuna le dé la espalda a los de Rodri jornada a jornada.