‘Si no vives para servir, no sirves para vivir’. Este bien podría ser el lema que lleva por bandera la misionera carmelita villenense María del Carmen Hernández. Esta mañana, junto al director del Colegio La Encarnación, José Milán, la directora del Departamento Pastoral de La Encarnación, María del Carmen Serrano y de la inagotable Pepa Aznar, la promotora y ‘alma mater’ de la iniciativa de organizar todos los años una cena benéfica destinada a la región peruana de Celendín, donde se encuentra la ciudad de Cajamarca, ha dado a conocer todo el trabajo que se realiza a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar.

Este próximo jueves, a las 21.00 horas, y en la sede de la Comparsa de Piratas, se lleva a cabo una nueva edición de la cena benéfica, cuyos beneficios irán destinados a este proyecto llamado Cajamarca Perú. Con una donación de diez euros por ticket, todo lo recaudado ayudará a mejorar la alimentación, huertos para el auto abastecimiento y sanidad. Cualquier ayuda es poco, y por tal motivo, el colegio La Encarnación, y dentro de su proyecto Bocadillos Solidarios, en la edición que se celebrará mañana, todo lo recaudado irá a parar a este emotivo fin. Las dos anteriores ediciones de estos bocadillos, celebrados en los dos primeros trimestres de curso, han sido para Cáritas Villena.

María del Carmen Hernández lleva más de 40 años viviendo y colaborando con los más necesitados en los Andes peruanos. «Ahora se dice que Perú está creciendo, que ya no hay problemas, pero será en el centro del país y en la costa, ya que en la selva y en la montaña sigue estando muy abandonada, y el reparto no es muy equitativo», apunta esta carmelita. Hernández ha explicado las dificultades que atraviesan a la hora de prestar ayuda: «Tenemos más de 300 pequeñas poblaciones a casi 3.000 metros de altura, sin carreteras, y nos tenemos que desplazar en muchas ocasiones en caballo, y tardamos siete u ocho horas en muchos de los casos. La salud preventiva es mucho más importante que la curativa, y lo digo porque también soy enfermera».

Y es que durante 40 años muchos han sido los proyectos de esta villenense, y únicamente tiene palabras de agradecimiento a la que es su ciudad, a pesar de que después de tanto tiempo por tierras peruanas haya perdido algo de ese acento villenero. Pero María del Carmen Hernández cuenta con una aliada muy, muy especial: su amiga y compañera de colegio de la infancia Pepa Aznar, de la que únicamente tiene de ella piropos.

«Hemos realizado cantidad de actuaciones en la zona de Celendín, «como puede ser mejoras de cocina, de letrinas, hemos construido pequeñas escuelas. Realizamos sesiones informativas con las madres, ya que el problema es que no saben aprovechar correctamente los alimentos, al tratarse de huertos de cultivos básicos, y la desnutrición que existe afecta al 60 por ciento de habitantes de la sierra peruana», manifiesta esta incansable misionera.

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Por su parte, Pepa Aznar, explica lo que es el proyecto de la cena de Cajamarca en Villena. «Todo esto partió de un grupo de amigas. Cuando María del Carmen venía a Villena realizábamos una aportación, y esto poco a poco fue creciendo. Comenzamos organizando esta cena con los Vegetarianos. Allí estuvimos quince años; aunque después pasamos a Moros Viejos, para, y hasta la fecha, seguir organizando esta cena en las instalaciones de los Piratas», apunta Aznar.

Aportaciones

«En dicha cena, todos aportan», apunta Pepa Aznar. «Lo hacen de manera altruista. Hay algunas compañeras que se dedican a hacer patatas al montón, y entre todos echamos una mano. La cena está basada en la sencillez y la cercanía», afirma. Invita a que la gente acuda, «aunque no pueda aportar los diez euros», admite. No obstante, se esperan unos 130 comensales, «aunque hay mucha gente que compra el ticket de la cena, y luego no acude. Prefiere realizar una donación», asevera, al tiempo que recuerda que la gente que desee colaborar lo puede hacer acercándose a la sede de Manos Unidas en Villena, situada en la calle Parrales 14. «Lo único que queremos es aportar nuestro granito de arena para esta bella causa», finaliza Aznar.

Por su parte, José Milán, director del colegio La Encarnación, ha alabado la labor de María del Carmen en Perú. «Desde nuestro centro escolar queremos animar a que se siga realizando este proyecto año tras año, ya que tratamos desde aquí de formar alumnos solidarios, comenzando con nuestro entorno más cercano o con Cajamarca. Apoyamos los valores integrales como la justicia, la paz o el espíritu cívico», admite.

Por su parte, María del Carmen Serrano, directora del Departamento Pastoral de La Encarnación, ha señalado, que además de los bocadillos solidarios, donde se involucran los padres y madres del alumnado, «cuando se acerca mayo, sabemos que tenemos por delante esta cena, ya que son casi diez años los que llevamos realizando campañas especiales con Cajamarca. Por este motivo, el bocadillo solidario de mañana irá destinado íntegramente a este fin», concluyó.

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