Saray Galbis, esposa de Alfonso, que sufrió un episodio de muerte súbita el pasado mes de julio mientras disputaba una competición de voleibol en el Polideportivo Municipal, nos hace llegar este nuevo escrito, donde, y según Saray, desde el Juzgado pretenden archivar la causa de Alfonso.

«Recuerdo cuando estudiaba arte y la alegoría de la justicia era una mujer con los ojos vendados y una balanza en la mano buscando la equidad y objetividad de los hechos juzgados. Ahora me encuentro con una justicia que dista mucho de esa imagen. Cinco meses después de que mi marido cayera en el suelo del Polideportivo de Villena, y no recibiese la atención VITAL que precisaba, a pesar de contar el recinto no con uno ni con dos, sino con tres desfibriladores. Después de que un voluntario de Cruz Roja debidamente identificado, se negara a facilitar el DESA. Después de personarme en el Cuartel de la Guardia Civil de Villena y testificar voluntariamente, me encuentro con una investigación, en la que únicamente declaró una de las socorrista que ayudó a Alfonso, y los cuatro de Cruz Roja que no supieron actuar.

Yo facilito una lista de testigos en la Guardia Civil, el otro socorrista que puso la cánula de Guedel, la enfermera, mis cuñados que llamaron al Samu y que incluso llegaron a cruzar palabras con el voluntario de Cruz Roja que se negaba a facilitar el DESA, pero a ellos, nadie los llamó a declarar. Ahora me persono en la causa en el juzgado y además de haber sobreseído la causa provisionalmente, sigo sin conocer los motivos y nadie me ha notificado como esposa de la víctima que la intención es archivar la causa.

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¿En serio este es el procedimiento aplicable? ¿Quién defiende los derechos de Alfonso y de la familia? ¿Soy la única que no ve lógico lo que pasó? Que a nadie le pase por alto que sí, el corazón de Alfonso sigue latiendo, pero gracias a Marta, a Joaquín, a Raquel y a la impecable actuación del SAMU, pero su estado actual es derivado de los minutos que su cerebro pasó sin oxígeno.

Tres desfibriladores, personal que sabe usarlo, un Plan de Emergencias inexistente y Alfonso luchando por salir de esta. Pero no pasa nada…

Hasta las últimas consecuencias voy a luchar por mi marido. No sé que pasa, ni los motivos legales por los que no se llega al final del asunto, pero ya lo dije una vez, me molesta mucho que me tomen por tonta, y seguiré luchando junto y por Alfonso, porque señores tengan muy claro que a mí el 1 de julio no se me olvida, porque el 1 de julio es mi día a día».

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