Los cinco expertos que participaron en la mesa-coloquio
organizada por el Foro Económico y Social y la Sede Universitaria de
la Universidad de Alicante, compartieron sus reflexiones acerca de un
proyecto cuya cuantía total supera los dos millones de euros. Una de
las conclusiones es que, para asegurar la gestión adecuada de la
inversión, se necesita disponer de recursos humanos y materiales,
así como de un plan estratégico global con participación de los
sectores socioeconómicos del municipio.

Además
de la recuperación del patrimonio artístico inmueble, otro de los
principales objetivos del proyecto arquitectónico es lograr “una
mejora del entorno a través de la reordenación urbanística”,
aseguró José Miguel Esquembre, uno de sus responsables. La creación
de una plaza en las confluencias de las calles Madrid y Trinidad
permitirá conectar el nuevo museo con el Teatro Chapí y el centro
histórico, generando fluyo de visitas organizadas. En este espacio
abierto se ubicará una gran escultura que, junto a las escaleras
exteriores inspiradas en los brazaletes del Tesoro de Villena, se
convertirá en emblema del recinto museístico.

En
esta primera fase se consolidará la estructura del edificio de la
Electroharinera y se habilitará una sala en la planta baja para
acoger las piezas exhibidas en el Museo Arqueológico José María
Soler. También se mostrará la colección etnográfica Jerónimo
Ferriz, donada al Ayuntamiento en el año 2000, que en la actualidad
está compuesta por 9.000 objetos. Según Laura Hernández, directora
del Museo Arqueológico, “no se puede confirmar todavía cuándo se
llevará a cabo la inauguración”. Se prevé que las obras puedan
concluir a finales de año, pero quedará pendiente, junto al
traslado de materiales, la musealización y adecuación de las
instalaciones, que serán accesibles a cualquier persona con
discapacidad. Asimismo, Hernández expresó su intención de que el
nuevo museo dé cabida a otras expresiones de la cultura local
relacionadas, por ejemplo, con la música.

El
público asistente manifestó su inquietud ante el riesgo de no saber
aprovechar las potencialidades de este equipamiento, generándose
falsas expectativas. En este sentido, Luis Pablo Martínez, técnico
de la Conselleria de Cultura, reivindicó “la implicación de la
ciudadanía en el proyecto”, apelando a que el patrimonio ha de ser
algo vivo que trascienda los muros para convertirse en un derecho
ciudadano. Aludió también a los ejemplos de Puçol y de Callosa del
Segura como exitosos museos comunitarios.

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José Alberto Cortés, director gerente del MARQ

Por
su parte, José Alberto Cortés, director gerente del MARQ, destacó
que un museo ha de funcionar como un “punto de encuentro con encaje
en el entorno social y urbano”. Las potencialidades del nuevo museo
de Villena son muchas debido a singularidad y capacidad de
diferenciación. Si bien es imprescindible promover sinergias con
otros recursos territoriales, consiguiendo que la población lo
considere algo propio.

Según
Rosario Navalón, profesora de la Universidad de Alicante, el
proyecto museístico puede lograr incentivar la visita de turistas,
diversificando y potenciando la oferta. Para ello hay que satisfacer
las motivaciones del visitante que quiere “vivir el territorio
durante su tiempo de ocio como una experiencia de aprendizaje
atractiva y completa”. Por eso, una vez se ponga en marcha, el
complejo museístico deberá tener los recursos económicos y humanos
necesarios para garantizar su funcionamiento y su consolidación como
producto turístico cultural.

El
coloquio finalizó tomando unas cañas en la cafetería de la Casa de
la Cultura. En unos días, la mesa-coloquio estará disponible en el
canal de Youtube del Foro Económico y Social para aquellas personas
interesadas que no pudieron asistir.

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