El Pleno del Consell ha
aprobado el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC), con
categoría de lugar histórico, la finca El Poblet de Petrer. La tramitación del
expediente se inició por resolución de incoación de 19 de febrero de 2019, de
la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte.
Al conocer la noticia, la
alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, ha expresado que “este es un hito muy
importante para Petrer, no solo en cuanto a reconocimiento y puesta en valor de
nuestro patrimonio, sino también a nivel turístico, ya que va a suponer un
referente y atractivo más para muchas personas de fuera de Petrer que decidan
visitarnos”.
Por su parte, el concejal
de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo, ha querido recordar que “este
reconocimiento llega una década después de que el Centro de Estudios Locales de
Petrer realizase la primera solicitud formal para el inicio de la tramitación”,
y ha mostrado su agradecimiento al esfuerzo y trabajo del Centro de Estudios
Locales como iniciadores de la tramitación y a Boni Navarro, historiador local
que “es quien más ha peleado e investigado y divulgado este suceso histórico”,
en palabras del concejal.
En el expediente constan
los informes favorables del Consell Valencià de Cultura, de la Real Academia de
Bellas Artes de San Carlos y de la Universidad de Alicante. Además, se solicitó
informe a las consellerías afectadas, sin que se haya formulado ninguna
alegación.
La finca El Poblet tiene
una singular relevancia histórica derivada de su protagonismo en los últimos
momentos de la Guerra Civil. Constituye uno de los lugares más interesantes de
la provincia de Alicante relacionados con la Guerra Civil, al ser, en febrero
del año 1939, la última sede de la Presidencia del Gobierno de la II República
Española. Esta relevancia histórica se reconoce ahora mediante la declaración
como bien de interés cultural.
Los orígenes de la finca El
Poblet, ubicada a unos dos kilómetros del casco urbano de Petrer, se remontan a
principios del siglo XIX. Confiscada durante los años de la Guerra Civil, se
utilizó como colonia infantil para niños refugiados, hospital militar y,
posteriormente, centro de control aéreo. Por este uso militar la finca también
es conocida con el nombre de ‘Posición Yuste’.
El lugar sirvió como
residencia del presidente del Gobierno republicano, Juan Negrín, al menos entre
el 28 de febrero y el 6 de marzo de 1939 y se celebraron los dos últimos
Consejos de Ministros del Gobierno de la República.
La finca cuenta con tres
edificios que son la casa principal, un pabellón y una tercera edificación más
antigua. También cuenta con un jardín con balsas, un invernadero y una glorieta