Posiciones tan antagónicas de cara a la
reunión de este próximo miércoles con el presidente Sánchez, con el fin de
negociar el apoyo a unos presupuestos de reconstrucción requieren aire, mucho
aire entre las personas
¿Un saludo inclinado la cabeza a la
“japonesa”? No me dirán que nos es útil cuando uno se sienta a negociar con
aquellos que se ponen de perfil para tratar de evitar el desgaste. El horizonte
de la pandemia es bastante malo, es por ello que ante un gobierno incapaz de
asumir responsabilidades, es ahora cuando se necesita más que nunca propuestas
constructivas desde la oposición para contraatacar a este gobierno que
escondiendo la cabeza, pretende en una especie de gestoría administrativa para
tramitar los papeles de las Comunidades Autónomas.
Las
propuestas que Ciudadanos exigió como condición indispensable para prorrogar el
estado de alarma, en general, se han cumplido con los compromisos que el
Gobierno adquirió durante las negociaciones de la prórroga del estado de
alarma, pero sigue pendiente un estudio de la legislación para determinar si
caben reformas para fortalecer la coordinación con las comunidades y disponer
de herramientas más potentes contra la pandemia. Y, en cualquier
caso, seguir defendiendo la conveniencia de crear una comisión de investigación
en el Congreso para examinar la gestión del Gobierno, aprender lecciones y
evitar caer en los mismos
No cabe ninguna
duda de que el Gobierno llegó tarde y que lo hizo muy mal en los primeros meses
del coronavirus, y es inconcebible que, cuando han empezado los rebrotes, el
Gobierno se haya 20 días de vacaciones, teniendo los peores números de Europa
con relación a los contagios.Todo esto merece ser analizado, con actitud
constructiva para aprender de los errores y que no vuelvan a pasar. Habrá que
buscar el momento oportuno, pero ahora lo importante es buscar la unidad, huir
de ese frentismo y esa guerra de bandos que el resto de partidos están
fomentando, sentencia. Es por eso que, ahora más que nunca, la oposición debe
ejercer con responsabilidad de estado para que el saludo con el codo no sea un horror.
Habría
que promocionar el leve cabezazo como forma de saludo para enfatizar el saludo
y empatizarlo con más o menos calidez, según los casos. Los codos sirven para
bien poco, salvo para moverse en actitudes similares por parte de una oposición
a todas luces irresponsable.