Hace unos años la escultura ubicada en la
rotonda de entrada a Villena desde la carretera de Cañada fue víctima del
vandalismo, y se cortaron los brazos de la niña que sujetaba un zapato en las
manos, y algunos desperfectos más.
Desde el primer momento, se ha requerido al
Ayuntamiento que restaure este homenaje a uno de los sectores que más peso e
importancia ha tenido durante mucho tiempo en la economía de nuestra ciudad y
que, por lo tanto, es un reconocimiento a la labor de tantos villeneros y
villeneras que durante décadas han formado parte de este sector.
Transcurridos unos años desde esto y habiendo
preguntado en algunos plenos, el PP en el pleno municipal del mes de enero
volvió a preguntar, en el turno de ruegos y preguntas, a los Verdes por esta situación
y la contestación fue que de momento no tienen nada previsto para restaurarlo
(pese a que hace unos años dijeron que ya estaban trabajando en ello). Que iban
a estudiarlo, y que ya nos dirían.
Un pequeño gesto más de la parálisis a la que
los Verdes han sometido a la ciudad en los últimos años. Seguiremos esperando.
Hasta mayo, que los villeneros no esperarán más.
