En el marco del plan Reactivem Novelda, el programa de estímulo económico aprobado por unanimidad con el objetivo de impulsar la reactivación del tejido empresarial del municipio, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un paquete de ayudas directas a autónomos, pymes y micropymes que destinará casi 220.000€ a la mejora de las condiciones de aquellos negocios que se han visto afectados por los efectos derivados de la pandemia del Covid-19.
La línea de ayudas directas, que busca favorecer y facilitar liquidez a autónomos y pequeñas empresas para que puedan hacer frente a sus obligaciones empresariales, manteniendo la actividad y el empleo y amortiguar, en la medida de lo posible, la reducción drástica de ingresos, cuenta con un presupuesto de casi 219.946 euros, de los que el Ayuntamiento aporta 130.000€ y la Diputación Provincial 89.946 euros.
El programa se articula en dos modalidades de subvenciones: la primera ofrece hasta 1.200 euros a las personas autónomas que se vieron obligadas a cesar su actividad como consecuencia de la declaración del Estado de Alarma el pasado 14 de marzo y la segunda contempla ayudas de hasta 600€ para aquellos autónomos que no tuvieron que cerrar pero vieron reducida en un 50% la facturación correspondiente al mes de abril, debido al confinamiento de la población.
Evitar consecuencias irreversibles
La concejala de Comercio, Paquí Beltrá, y el responsable de sectores productivos, Ximo Mira, han subrayado el firme propósito del Ayuntamiento de Novelda de “proteger el interés general del municipio, actuando directamente sobre las personas físicas y jurídicas más afectadas para afrontar la situación extraordinaria provocada por el Covid-19 y, de esta forma, evitar que se originen consecuencias económicas y sociales irreversibles para la población, evitando que el impacto económico y social se prolongue en el tiempo”.
Las subvenciones, cuya solicitud se podrá tramitar a través de la Sede Electrónica del Ayuntamiento de Novelda (https://sede.novelda.es) hasta la medianoche del 29 de julio, podrán destinarse a gastos estructurales y de mantenimiento de la actividad, como es el caso de los alquileres, gastos de publicidad de actuaciones o eventos afectados por el estado de alarma, asesoría-consultoría, contratos de suministro energético, agua, teléfono o internet, así como a los intereses generados por préstamos de adquisición de locales o vehículos comerciales.
