La Guardia Civil ha detenido en Alicante, Pinoso y San Vicente del Raspeig a cinco hombres, como presuntos autores de tres delitos de robo con violencia e intimidación, tres delitos de detención ilegal, un delito de daños por incendio, un delito de pertenencia a grupo criminal y un delito de receptación. En los robos empleaban armas o cuchillos y maniataban a sus víctimas hasta que se marchaban del lugar. Todos los detenidos han ingresado en prisión.
El Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil de Alicante junto con el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Novelda han detenido a cinco miembros de un grupo criminal dedicado a la comisión de robos con extremada violencia en casas habitadas de poblaciones de la comarca del Vinalopó Medio.
El modus operandi empleado por esta banda era el de estudiar los movimientos de sus víctimas y aprovechar los momentos en los que sabían que se encontrarían solos para acceder a las viviendas intimidándolos a punta de pistola o poniéndoles un cuchillo de grandes dimensiones en el cuello, para después maniatarlos con bridas durante los minutos que durara el asalto.
Para evitar ser reconocidos, hacían uso de máscaras, gorras y pasamontañas, además de tener a las personas amenazadas de muerte constantemente mientras registraban sus casas en búsqueda de joyas y dinero, forzándolos a facilitar las claves de la caja fuerte. Así lo hicieron en tres robos cometidos entre el mes de junio y el mes de noviembre de 2018 en Novelda, Pinoso y Aspe.
Así fue la operación
La Guardia Civil inició la Operación Golds desde la primera denuncia recibida, sabiendo que estaban ante un grupo perfectamente organizado y sin escrúpulos, que no dudaba en asaltar a víctimas indefensas como en el caso del matrimonio octogenario de Novelda, o la mujer que se encontraba sola en Pinoso, a quien maniataron, tanto a ella como a su hijo, tras acudir a la casa al recibir el aviso de que había saltado la alarma.
Las declaraciones de los testigos, unido la recuperación de varias joyas relacionadas con estos delitos y una ardua labor de investigación de varios meses, aportaron las pistas necesarias para identificar a los cinco miembros de este grupo criminal.
Las detenciones se realizaron en dos fases: la primera en la que se realizaron tres registros domiciliarios en Alicante capital y uno en Pinoso, donde residía quien obtenía la información y modo de vida de sus potenciales víctimas. Y la segunda fase, un mes más tarde, cuando localizaron a uno de los miembros que se había estado escondiendo para evitar su detención.
En el momento de la entrada a la vivienda, el hombre que iba a ser detenido trató de saltar a la calle escalando desde la ventana de un tercer piso, siendo interceptado por uno de los agentes del operativo, que pudo salvarle de una más que probable caída fatídica.
En las viviendas se hallaron pruebas suficientes para incriminar a los miembros del grupo en todos estos robos y que corroboraron la violencia usada por la organización. Entre las armas encontradas figura una pistola simulada de apariencia real, un revólver simulado, un arma eléctrica tipo táser, numerosas armas blancas, munición del calibre 22, unos grilletes, bridas para maniatar a las víctimas, máscaras, mandos a distancia y llaves de diferentes domicilios, herramientas para la apertura de puertas, además de las joyas, dinero y otros efectos procedentes de los robos cometidos.