¿Nos encontramos en un periodo de desaceleración o de recesión? Yo me inclino más hoy por hoy por una desaceleración (es decir, un respiro económico) debida principalmente a las caídas del IPI (Índice de Producción Industrial), de las exportaciones, al Brexit, a la política arancelaria y comercial americana, al freno económico en China, que es uno de los principales motores de la economía mundial, a las emigraciones, al cambio climático y a la desestabilización política motivado por el populismo y el auge de la ultraderecha en EEUU y Europa.

En Europa se está resintiendo sobre todo el sector del automóvil donde se están produciendo despidos importantes en este sector debido, principalmente, al descenso de la producción industrial. Países como Alemania y Francia se encuentran en desaceleración. España, de momento, se está resistiendo. Sus índices de PIB y IPI así lo demuestran, aunque el FMI haya revisado a la baja el PIB para los próximos años.

Pero también es cierto que se están dando una serie de indicadores que nos están advirtiendo de que esto no va a durar mucho tiempo. En España se están manteniendo los niveles de producción industrial. Eso sí, con leves descensos poco reseñables. Pero han bajado las exportaciones y nuestra economía se mantiene, principalmente, por el consumo interno.

Esto no es bueno que se prolongue demasiado en el tiempo y espero que se corrija y que sea únicamente, como he dicho, un respiro económico. Por lo que entiendo que a pesar de estas señales, no hay motivos para pensar de momento en una recesión a corto plazo, aunque si es verdad que un factor muy importante que no nos ayuda mucho es la inestabilidad política que actualmente tenemos en nuestro país, ya que ésta conlleva a reducir la inversión extranjera, que es tan importante para nuestra economía.

¿Una desaceleración nos puede llevar a una nueva recesión? No tiene porque, aunque puede ser, claro está, de hecho muchos de mis colegas opinan que para el próximo año nos podría llegar una nueva recesión porque el ciclo económico está llegando a su fin, y mucho mayor que la que tuvimos en el 2007/2009 de la cual aún no hemos terminado de salir del todo, motivos, los hay.

Pero tampoco lo podemos predecir a ciencia cierta. El hecho de que el BCE, que tiene como uno de sus principales objetivos contener la inflación, no termine de subir los tipos de interés, que continúe comprando deuda y dando liquidez a los mercados a pesar de las quejas de las entidades financieras y que Trump haya pedido a la FED que frene las subidas de tipo de interés porque estas subidas frenan el consumo y a su vez, la producción generando desempleo, (consumo, producción, empleo, van de la mano) nos da que pensar, porque son señales inequívocas de que hay temor en los mercados, a que vuelva a repetirse una recesión como la última o peor, que como es natural nadie quiere en estos momentos, porque nos pillaría peor preparados que en la anterior y sería nefasta para el económica mundial, porque no habría poder de reacción que pudiera contenerla.

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El ciclo económico es la alternancia a corto plazo entre las recesiones y las expansiones. Las recesiones o contracciones son periodos de caída de la economía, en la que la producción y el empleo disminuyen. Las expansiones o recuperaciones, son periodos de mejora de la economía, en los que la producción y el empleo aumentan .El punto en que la economía pasa de la expansión a la recesión se llama pico, y el punto inverso donde la recesión pasa a la expansión, valle.

Haceros la idea de que un ciclo económico es como una ola que sube y baja. El punto más bajo, como hemos dicho, se denomina valle y el más alto pico. ¿Dónde nos encontramos actualmente? En lo más alto de la ola. Es decir, en el pico. Esto nos lleva a pensar en que más tarde o más temprano nos llegará una nueva recesión, y no ha de extrañarnos. Los ciclos económicos, como bien dice su nombre, vienen y van. De hecho los ha habido en los últimos 155 años. No todos los ciclos económicos son iguales. Unas veces las recesiones golpean muy fuerte (como ejemplos podemos mencionar las producidas en 1929 y la última entre 2007/2009, que fue una de las más largas) y otras veces son más suaves, como la que se dio entre marzo y noviembre de 2001, que fue más leve. Los ciclos siempre vuelven. ¿Cuándo? No se sabe a ciencia cierta, pero sí que hay señales en los mercados que nos indican que una recesión esta próxima. Mi deseo es que nos pille preparados, nada más.

Para concluir, este es el motivo principal por el cual los partidos políticos de nuestro país no quieren hablar de una recesión, y por ello no nos dan una visión clara de la situación actual de nuestra economía. Esto, ¿qué nos lleva a pensar? Pues que no todo funciona como es debido. De hecho, se echan la culpa unos a otros de la situación generada, que por cierto mucho tienen que ver en ello tanto unos como otros, pero lo que sí es una realidad constatada es que estamos muy lejos de los números de antes de la última crisis.

Que el desempleo no termina de normalizarse y que el endeudamiento de nuestro país está en niveles históricos, y que nuestros partidos políticos están pensando en subir los impuestos unos y otros en bajarlos. Vamos a ver, si los bajamos, ¿cómo cubrimos el gasto público que muchos piensan subirlo? Y sino los subimos, ¿cómo vamos a cubrir el déficit público? En la equidad está el equilibrio.

Seamos consecuentes y pensemos un poco antes de actuar, que el patio no está para tonterías. Como ustedes saben los ingresos del estado salen principalmente de nuestro bolsillo y de la emisión de deuda. No hay más. Alguno, por lo visto, todavía no se han dado cuenta. La vaca no da para más hoy por hoy. Administremos mejor lo que tenemos y dejémonos las aventuras para otro momento, por favor.

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