La Guardia Civil y la Agencia Tributaria (AEAT) han desarrollado de forma conjunta la operación ‘Licor’ que, hasta el momento, se ha saldado con la incautación de más de 10.000 litros de alcohol manipulado y sin precinta, la detención del propietario de un bar de Jumilla y la denuncia a dos distribuidores de bebidas de Murcia y el municipio alicantino de Villena por infracciones a la Ley de Impuestos Especiales.
La operación se inició el pasado mes de septiembre cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), mientras realizaban una inspección rutinaria en un restaurante de Jumilla, detectaron la existencia de una partida de botellas de whisky de prestigiosas marcas, las cuales habían sido manipuladas y rellenadas con otro tipo de bebida de peor calidad.
Ante estos hechos, la Benemérita solicitó la colaboración de la Agencia Tributaria para desarrollar la correspondiente investigación y averiguar la trazabilidad de los líquidos utilizados sin control para la manipulación de las bebidas.
Tras detener al propietario del restaurante como presunto autor de delito de estafa y contra la propiedad industrial, por adulterar las botellas de bebidas alcohólicas, y precintar y suspender la actividad del local, los investigadores averiguaron que los líquidos utilizados para la manipulación del alcohol procedían de un almacén de Villena, por lo que se desplazaron hasta el lugar para realizar la correspondiente inspección.
Durante la inspección del almacén, que también se dedicaba a la distribución de bebidas, los agentes hallaron, en una de las estancias del inmueble, una destilería clandestina donde se incautaron 6.000 botellas –alrededor de 5.000 litros– de alcohol irregular dispuestas para su inminente distribución.
La inspección culminó con varias denuncias por infracciones a la Ley de Impuestos Especiales y el precintado y la suspensión de actividad del establecimiento público.
La investigación también permitió constatar la existencia de una nave industrial, ubicada en la pedanía murciana de Patiño, que podría estar relacionada con la manipulación ilícita de alcohol. Tras averiguar su ubicación exacta, los agentes establecieron el correspondiente dispositivo de inspección que se ha saldado con la incautación de 6.000 litros de alcohol etílico a granel en grandes depósitos, que carecían de cualquier tipo de registro sanitario y que iban a ser distribuidos de forma inminente evadiendo los preceptivos aranceles. La inspección ha culminado con la apertura de varios expedientes administrativos al gestor del almacén.