Es difícil de imaginar. Yo diría que casi imposible. Solo el hecho de pensarlo me tiene al borde del llanto.
Cualquiera de nosotras pudo ser esa mamá que paseaba ese día fatídico con su pequeño por Las Ramblas de Barcelona. Cualquiera puede ver su vida truncada en tan solo un segundo, sin poder hacer nada para evitarlo. Y presenciando como, justo ante tus ojos, se le escapa la vida a la persona que más quieres.
Mi corazón está hoy con todas las víctimas de esta barbarie pero sobre todo con ese padre que nunca podrá volver a abrazar a su hijo. Y con todos los hijos e hijas que han quedado huérfanos. Con cada papá y mamá que se ha marchado, dejando tanta desolación y soledad.
Y por eso yo, hoy, abrazo aún más fuerte a los míos. Hoy les vuelvo a recordar cuánto les quiero, justo antes de que el sueño les venza. Hoy, me vuelvo a quedar embelesada viéndoles dormir y acaricio sus mejillas.
Hoy, más que nunca, me siento afortunada. Porque mis hijos duermen a mi lado. Porque mañana me despertarán…. Porque se tirarán a los brazos de papi para jugar. Porque están. Porque estamos.
Porque hoy…eso es lo único que importa…
Mi más sentido pésame a las familias de todas las personas fallecidas en esta tragedia. Toda España estamos con vosotros.