La semana pasada el edil de Deportes, Luis Pardo, hizo unas
declaraciones ante un medio de comunicación local en el que se
felicitaba por la proximidad de finalización de las actuaciones en
el césped que significará que los clubes de nuestra ciudad puedan
volver a competir en dicho campo, tratar de recuperar la recaudación
perdida en estos meses, y Villena dejará de dar esa imagen de
precariedad que está dando a quienes nos visitan.

Poco antes de eso, tras las algunas desavenencias conocidas con el Villena CF, el otro club de fútbol de la ciudad, el Sporting Villena,
mostraba mediante un comunicado público su malestar por el trato
recibido por parte del Equipo de Gobierno.

Y es que hace ya demasiado tiempo que domingo tras domingo, se hace
efectiva la famosa frase: “de aquellos barros, vienen estos lodos”.
La negligencia cometida por la concejalía de Deporte en el césped
del estadio municipal de la Solana, ya pasa factura a los clubes que
utilizan dichas instalaciones. Jugar en el campo de césped
artificial Luiche, con merma de ingresos en taquilla y sin
instalaciones adecuadas, supone no dar un espacio visible a los
patrocinadores de los diferentes equipos. Ese problema, y no asumir
su responsabilidad en este aspecto, crea una serie de inconvenientes
añadidos a los clubes de fútbol. Este hecho se ha agravado
notablemente, ya que algunos colaboradores manifiestan que, de seguir
esto así, rescindirán su contrato y no estarán patrocinando a los
clubes la próxima temporada.

Un problema de todos conocido, el del césped, que ha surgido por una
ostensible falta de mantenimiento y de previsión; situación- la de
que nuestros clubes no puedan utilizar la Solana- que no había
ocurrido con anterioridad, y por lo tanto, el Concejal de Deportes no
puede hablar de herencia recibida, sino de su propia responsabilidad.
Algo que también está ocurriendo en el interior de las
instalaciones del polideportivo municipal. Un edificio con
deficiencias que no se subsanan pese a las reiteradas denuncias. Cada
vez que llueve las goteras inundan el interior del pabellón. Las
suspensiones de encuentros de equipos venidos de otras poblaciones y
los posteriores trabajos de limpieza, dejan en entredicho la marca
Villena. Un concejal que elude su responsabilidad y que pasa la
patata caliente a los clubes implicados, ya que son ellos quienes dan
la cara ante los directivos de los equipos foráneos.

Clubes que muestran su incomodidad ante una gestión deportiva que
resuelve tarde las subvenciones a clubes y becas deportivas, en
diciembre, y que dejan a los clubes implicados sin liquidez económica
para su ejercicio anual. Unas bases que en años anteriores, siempre
se han resuelto a mediados de octubre. No en vano, en el último
pleno municipal y a preguntas de la oposición, el propio Luis Pardo
admitía que aún no se había abonado el importe de dichas
subvenciones deportivas.

En materia de deportes ya no valen excusas. La dejadez esta generando
inercias que se manifiestan con el paso del tiempo. Un problema
importante que carece de implicación- quizás pensando que así
obtienen algún tipo de rédito político en perjuicio, eso sí, de
los ciudadanos- es el de la piscina cubierta. Un asunto que vuelve a
dar mucho que hablar cada vez que se somete a su liquidación anual.
Este año se ha producido un informe demoledor por parte de la
intervención municipal, sobre la forma en la que no se están
haciendo las cosas. Un documento que ha sacado los colores al equipo
de gobierno de una manera apabullante.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Pero
todo eso no afecta a nada ni a nadie. Se siguen echando balones
fuera, acusando a quienes

gobernaban Villena en el pasado, no siendo capaces de asumir ninguna
responsabilidad, que a la vista de la tesorería municipal, son
muchas, manifestadas en un informe que mostró a las claras las
importantes dudas respecto al cumplimiento del contrato por parte de
la concesionaria y el nulo control del mismo por parte del equipo de
gobierno, y especialmente por parte del Concejal de Deportes. Unos
verdes de Villena, que aplican su rodillo, incluso antes de la
reunión de la comisión para el seguimiento del contrato de la
piscina, y pese a los reparos de los técnicos municipales, con la
complicidad del concejal de hacienda, abonan a la empresa

342.000 euros para compensar las pérdidas del centro deportivo. La
transparencia y el consenso quedan en entredicho.

Un pago que ha creado dudas, según los informes realizados por parte
de los técnicos municipales. Nos guste o no, el concejal de
deportes, Luis Pardo, es quien tiene la responsabilidad de fiscalizar
el contrato. Un concejal que ni siquiera asistió a la comisión de
seguimiento, una reunión forzada por la oposición tras más de un
año sin haberla convocado. En este sentido debemos indicar que desde
Partido Popular hemos vuelto a solicitar la convocatoria de esta
comisión en este mes de marzo con la finalidad de comenzar a ejercer
una fiscalización efectiva y real de este servicio, algo que en
palabras del Alcalde nunca se ha hecho por su parte.

Unos problemas que no se soluciona por parte de la concejalía de
deportes y que pone en entredicho la gestión. Unas soluciones que se
muestran en base a las excusas y a decir que fueron otros los que
provocaron las dificultades. Aunque todo esto es más sencillo,
Villena necesita una gestión eficiente en su día a día, ahora en
2018. De momento, lo único que tenemos es ineficacia, falta de
implicación, excusas y perjuicio a nuestros clubes deportivos.

Promedio 0 / 5. Votos: 0