Un
año más, las calles del Rabal se han llenado del halo de color,
vida y alegría, características que seguirán impregnando el resto
del año y cuya magia contagia al resto de la ciudad. Nuestros
barrios, con sus cálidas gentes, nos han llevado hasta la Villena
medieval a través de la música, los espectáculos y la decoración
que con tanto esmero y esfuerzo ha preparado el vecindario para las
miles de personas que se han acercado a disfrutar junto a todas
nosotras de este insólito viaje en el tiempo.

Con
el espíritu de superación y empeño que caracteriza a todos y todas
las que hacen posible que nuestra Feria Medieval adquiera, año tras
año, mayor trascendencia nacional e incluso internacionalmente, el
nombre de nuestra ciudad no obtiene sino un motivo más por el que
ser ensalzado y objeto de reconocimiento.

No
obstante el gran jolgorio y la gran admiración que despierta en cada
uno de nosotros y de nosotras la celebración de esta fiesta, resulta
inevitable aludir a unos participantes forzosos cuya
presencia empaña con un halo de tristeza el color y la vida que
protagonizan nuestra ciudad en estos marcados días; los animales.

A
pesar de la insistencia mostrada en la naturaleza imprescindible de
los animales en nuestras Fiestas del Medievo, desde la Plataforma
Animalista de Villena apostamos por unas fiestas exentas de
sufrimiento donde la explotación no conviva con la grandiosidad de
la colorida exaltación que inunda nuestras calles; tal y como ya
hemos mostrado en diversas ocasiones.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Este
año cabe añadir al hacinamiento y las prolongadas e innecesarias
jornadas de exposición a las que se ven obligados los animales, la
compunción que nos ha provocado la decisión unilateral y arbitraria
que ha tomado la Asociación de Vecinos del Rabal. Ante la imposición
de la ineludible presencia de jaulas abarrotadas y entristecidas
criaturas, la posición de la Plataforma Animalista de Villena no es
si la de una tenaz
oposición a las actuaciones coaccionantes con las que la Asociación
ha puesto en entredicho la diversidad y riqueza de nuestras Fiestas
del Medievo.
Dicha actitud, falta de consenso y diálogo, no es sino una grave
falta de respeto hacia todas aquellas personas, asociaciones y otras
vecinas que trabajan intensamente también como voluntarias cada año
para que nuestras fiestas puedan superarse edición tras edición y
para que podamos ofrecer, cada vez, unos festejos más plurales y
esplendorosos.

Siendo
difícil de argumentar la importancia del uso de animales en las
Fiestas ante la mayor asistencia de público a otras decenas de
puestos, actividades y talleres, no logramos entender el
planteamiento de la posibilidad de la cancelación de las fiestas,
amenaza sostenida por la Asociación de Vecinos del Rabal como
chantaje al Ayuntamiento.

A
esto se suma nuestro entusiasmo al saber que hay más grupos que ven
superflua la existencia de animales en las Fiestas del Medievo.
Apoyamos por tanto la propuesta del colectivo de artistas de donación
de obras, y además las personas de la PAV nos ofrecemos a realizar
nuevas actividades en sintonía con las costumbres y usos medievales,
libres de explotación animal eso sí. Sería positivo que no se
cerrara de forma impulsiva la puerta a la posibilidad de inclusión
de otras actividades más plurales, nuevas y frescas con las que
seguir aportando a las Fiestas del Medievo una aureola de realce y de
florecimiento.

Desde
la Plataforma Animalista de Villena seguiremos luchando por unas
fiestas mejores para todos y para todas y donde no quepa ningún tipo
de discriminación por sexo, raza o especie; enriqueciendo sin
sufrimiento nuestros festejos siguiendo el ejemplo de otras vecinas
localidades como Elda.

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