El
8 de Marzo es un día para la celebración y reivindicación.
Celebración, por todo el camino recorrido por organizaciones
feministas de todo el mundo, gracias a las cuales se ha ido
consolidando un trabajo común de igualdad y libertades.
Reivindicación, porque todo lo avanzado se ha visto amenazado por un
claro retroceso en los Derechos de las Mujeres y por la larga senda a
recorrer, todavía, hasta alcanzar la igualdad real.
Esta
regresión de los Derechos de las Mujeres en nuestro país ha sido y
es claramente visible en cada uno de los recortes que ha llevado a
cabo el gobierno central en esta última legislatura, tomando como
pretexto la crisis económica. Recortes, producto del sistema
neoliberal y patriarcal, que han mermado seriamente las políticas
sociales y ha afectado a los colectivos más vulnerables de la
sociedad, perjudicando principalmente a las mujeres.
Los
medios de comunicación, a medida que se han ido haciendo eco de la
cara más amarga y más brutal de la desigualdad entre hombres y
mujeres, como los crímenes y asesinatos machistas, han conseguido
que la opinión pública castigue a aquellas personas que promueven
ciertos “valores” de la sociedad patriarcal. Sin embargo,
conforme la igualdad se va haciendo más plena, comienzan a
formularse y a crecer nuevos argumentos que la cuestionan de forma
“maquillada”.
Estos
discursos y contenidos forman parte de una nueva tendencia de
pensamiento, el neomachismo,
ideología que se caracteriza, precisamente, por tener miedo a la
igualdad. Y así, tratando de crear confusión, equiparan el
feminismo con el machismo, como si el feminismo quisiera imponer la
primacía de las mujeres sobre los hombres, y no todo lo contrario,
que es ponerlas a la misma altura, con los mismos derechos.
La
desigualdad se perpetúa con el peso de la historia y de la
tradición. Persiste, como comentamos, a través de “nuevas”
formas de pensamiento. Se dan a diario, de una forma tan sutil, que
pasa desapercibida y sin damos cuenta: cuando los varones que
comparten el hogar no se responsabilizan de las tareas domésticas,
cuando se aprovechan y abusan de la capacidad de servicio de las
madres, compañeras o hijas, cuando monopolizan el mando del
televisor , cuando disponen de más tiempo de ocio que sus
compañeras….. Todas estas situaciones reflejan y perpetúan las
actitudes machistas y la desigualdad entre mujeres y hombres.
Estos
micromachismos,
tan invisibles y aceptados, son la base y el caldo de cultivo del
resto de formas de violencia de género o violencia machista, como el
maltrato emocional, físico, sexual y económico, cuya diferencia no
es otra, que estar legitimado por el entorno social.
Necesitamos
seguir reivindicando una auténtica equiparación del trabajo
productivo y del trabajo de cuidados. Lo que requiere un cambio en el
modelo de reparto del trabajo y la reorganización de los trabajos
de cuidados para que sean asumidos como responsabilidad social.El reconocimiento de la
soberanía de las mujeres sobre sus cuerpos, como parte de la
propuesta feminista de justicia social. Y, el reconocimiento del
derecho a la seguridad y a la integridad personal, garantizando que
las mujeres podemos vivir una vida digna, sin el temor a ser
agredidas, acosadas o asesinadas.
Todas
estas reivindicaciones no serían nada sin el apoyo de la ciudadanía.
Por ello, desde la Asamblea Verde de Villena os invitamos a
participar en los diferentes actos con motivo del día 8 de marzo en
nuestra ciudad. Es un buen momento para unirnos, hacernos visibles y
contribuir a la transformación política y social que, ya ha
comenzado, pero que necesita de todas nuestras voces para reforzarse
y construir de forma conjunta una sociedad más justa y equitativa.
Un
gran ejemplo de ello fue la marcha que tuvo lugar en Madrid, el
pasado 7 de Noviembre, donde miles de personas se reunieron para
luchar y visibilizar los diferentes tipos de violencias machistas.
Hoy, esa marcha se materializa en una plataforma para incidir de
forma conjunta en la sociedad y en las instituciones y conseguir que
la violencia contra las mujeres sea una cuestión de estado y se
tomen todas las medidas necesarias para su erradicación.
La
igualdad de género es una cuestión de justicia social y de derechos
humanos, es necesaria.
Grupo
Coordinador y Comisión de Igualdad
Los
Verdes de Europa, Asamblea de Villena.