La dimensión de la pobreza en la provincia sigue siendo abrumadora. La Memoria Anual de Cáritas 2017 revela que la atención a usuarios en la provincia baja en un 38 por ciento, pero la exclusión severa sigue afectando al 91 por ciento de ellos.
La reducción en el número de beneficiados es «muy importante», dice el director de Cáritas, Jaime Pérez, de los 68.000 a los 43.000. No obstante, la cantidad de dinero que se destina a las atenciones se mantiene prácticamente igual: 4,5 millones.
Pérez destaca que no se reduce la probreza extrema, la cifra es la misma que al inicio de la crisis. Prioridades de Cáritas para este ejercicio son, tanto el empleo como la vivienda y para eso piden la ayuda de las administraciones públicas. Es «insoportable» el número de gente que vive en la calle o acogida en los centros de Cáritas en Alicante e incluso en infraviviendas.
Y también le piden actuaciones «urgentes» en zonas focalizadas en varias localidades: El segundo sector de Juan XXIII, en Alicante y el barrio de El Cementerio, el de los Palmerales en Elche o barriadas de Elda o de Villena.
Pérez, que acaba por voluntad propia su dirección al frente de Cáritas de Orihuela -Alicante este año, destaca en positivo el número de voluntarios, que alcanza ya los 2.400 y se aumenta también el número de proyectos de empleabilidad e inserción socio-laboral.
