El pasado viernes saltaba la noticia de que al detener a tres personas por robo con violencia en un municipio de Muro de Alcoy, una de ellas tenía en su casa un caracal. No solo es preocupante que un particular tuviera en su domicilio este animal exótico, sino que, desgraciadamente al revisar al documentación del mismo los agentes confirman que los permisos y documentos están en regla y lo dejaron con un familiar del detenido. Pero un caracal no es un gato doméstico.
Tendencia preocupante
Los felinos exóticos son animales con necesidades complejas que requieren cuidados especializados. No son animales de compañía adecuados para ser mantenidos en un entorno doméstico. No deberían estar en manos de particulares pues suponen un riesgo para la seguridad, la salud pública y para el medio ambiente, además de para el bienestar del propio animal.
Esta tendencia es preocupante: cada vez hay más felinos exóticos mantenidos como animales de compañía. Su salvaje y exótica apariencia los han puesto de moda, siendo, lamentablemente, cada vez más populares. Pero estos animales exóticos, son todo menos buenos compañero en el hogar.
Así, las solicitudes de rescate que llegan a AAP se incrementan año a año, siguiendo la moda de adquirir felinos exóticos. Tan solo en España en el último año, hemos recibido ocho solicitudes de rescate para caracales. El número se incrementa si hablamos de Europa o cuando incluimos otras especies de felinos exóticos mantenidos como animales de compañía, como los servales también muy de moda, sobrepasando las 70 solicitudes de rescate en AAP en el último año. Muchos de estos animales acaban tarde o temprano en centros de rescate, escapados siguiendo sus instintos salvajes, o abandonados. Nunca antes habíamos recibido tantas solicitudes de acogida para felinos exóticos como caracales y servales, como en los últimos años, pero nuestra capacidad de acción es limitada.
Listado Positivo
Desde AAP abogamos por los Listados Positivos como forma eficaz, efectiva y preventiva, para regular la tenencia de animales exóticos como animales de compañía en España y en Europa.
Este sistema, evalúa los riesgos relativos a la seguridad ciudadana, los riesgos de convertirse en especie invasora, la conservación de las especies, la salud pública y el bienestar de los animales, por parte de un comité independiente de expertos, y establece las especies que podrán ser mantenidas como animales de compañía, quedando prohibidas todas las demás.
De esta forma se evitan los riesgos para las personas, otros animales y el medio natural, pero también los riesgos para los propios felinos, que al final son las principales víctimas de esta tenencia.