El otoño es una estación que trae muchos alimentos de temporada y su consumo diario nos aporta muchos beneficios para la salud. Hace unos días os contaba las propiedades de la «granada»,en esta ocasión lo haré sobre el «Caqui» y el «Persimón». ¿Los conocéis?, estoy segura que sí.
Siempre hemos conocido al «Caqui», una fruta que debemos consumir en el momento exacto de maduración, pues de lo contrario, debido a su alto contenido en taninos que le proporciona su gran astringencia, al comerlos experimentamos esa sensación áspera que lo hace incomible. Por ello, debemos esperar a que pierda su turgencia y observemos que su aspecto es muy parecido al de una mermelada y sea necesario comerlo con cuchara.
¿Qué es el Persimón?, pues es un «Caqui» que no han dejado madurar en el árbol y lo someten a una atmósfera controlada que elimina esa astringencia pudiendo consumir esta fruta turgente y madura, sin llegar a la textura de mermelada del caqui.
Os contaré un truco. Si tenéis caquis que no han llegado a su punto de maduración y queréis convertirlos en persimón, sólo tenéis que poner en el centro de una olla un vaso pequeño lleno de whisky u otra bebida con alcohol, y por alrededor los caquis, tapamos y en unos días estarán listos para comer!!!!
En cuanto a sus propiedades nutricionales, ambos son ricos en Vitamina A y Carotenoides, esencial para el buen funcionamiento de la vista y la formación de determinadas sustancias que forman la piel, los huesos, las mucosas y el sistema reproductivo. Buena fuente de Vitamina C que interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, además de favorecer la absorción de hierro y prevenir la actividad negativa de los radicales libres. Alto contenido en Potasio, necesario para transmitir y generar el impulso nervioso y mantener la actividad muscular normal, evitando los temidos calambres. Rico en Fibra, en especial pectinas y mucílagos que contribuyen a mejorar la microbiota intestinal, lo que conocemos como efecto «prebiótico». Y por último, destacar su gran capacidad antioxidante, mitigando los efectos de los temidos radicales libres que son responsables del envejecimiento celular y todas sus consecuencias como pérdida de visión, problemas cardiovasculares, envejecimiento de la piel, entre otras.
Por último, contaros que es una fruta muy interesante para consumir cuando se realiza ejercicio físico, pues debido a su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes, lo convierte en un potente antioxidante que contrarrestará el desgaste y la producción de radicales libres durante la práctica deportiva. Su aporte en hidratos de carbono ayudará a reponer electrolitos perdidos al sudar y su agua a rehidratar.
Con todos los beneficios que nos aporta su consumo, no tenéis excusa para incorporarlo a vuestra dieta diaria y disfrutéis de su delicioso sabor.
¡Buen provecho!