No me puedo resistir a opinar sobre la visita exprés realizada la pasada semana a Villena por la presidenta de los populares valencianos. En sus declaraciones se erigió, además, en defensora de los intereses de la comarca del Alto Vinalopó frente a supuestos intentos segregacionistas. Sin duda, algo que resulta tan populista como demagógico, tan patético como vergonzoso.
Todos sabemos que Villena ha de afrontar importantes retos a corto, medio y largo plazo en materia de infraestructuras. Sirvan de ejemplos solucionar el paso de las vías por la ciudad, que condiciona nuestro desarrollo como municipio y afecta al día a día de los vecinos y vecinas; conectar de una forma adecuada la estación del AVE y la A-31; materializar el proyecto de la ronda Sur-Oeste; conseguir un verdadero servicio ferroviario de cercanías a Alicante…
Por si alguien no lo recuerda, la señora Bonig ha sido consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente en la Generalitat Valenciana. En sus cuatro años de mandato solo tuvimos el honor de que visitara nuestro municipio durante la precampaña de las elecciones locales y autonómicas para mantener una reunión con los afiliados y simpatizantes de su partido. Cuatro infructuosos años en los que poco hizo por esta comarca, ya sea por dejadez, ineficacia o incompetencia. Así pues, los hechos no le avalan en absoluto y sus palabras suenan a soniquete mitinero y oportunista contra el actual Gobierno valenciano. Nada más.
Quizás se pregunten, entonces, ¿qué hizo esta señora por la ciudad de Villena? Pues que yo recuerde tres cosas:
1.- Conectar la estación AVE a través de un servicio comarcal de autobuses.
2.- Eliminar el servicio comarcal de autobuses de la estación AVE.
3.- Dar el visto bueno a la entrega de tres viviendas sociales que habían sido desocupadas por otras familias villenenses. Por tanto, nada de nueva inversión. Y encima, una medida que se anunció desde la vecina localidad de Sax.
Ahora, la presidenta del Partido Popular valenciano, imitando la película de Berlanga, viene a Villena como “Mrs. Marshall” a intentar sacar provecho de una simple polvareda. Los alcaldes de los municipios afectados han desmentido que se vaya a solicitar oficialmente la redistribución comarcal. Es más, el presidente de las Cortes Valencianas ha zanjado el asunto en su última comparecencia pública en nuestra población.
Sin credibilidad, con la única finalidad de generar un falso conflicto y enarbolando la bandera del miedo, Bonig afirma que la Generalitat Valenciana “está muy alejada del pueblo y más aún de la provincia de Alicante”. Eso lo dice la misma persona que en 4 años pisó nuestro municipio solo con fines electoralistas y no pudo, no supo o no quiso plantear alguna solución desde su conselleria a los problemas expuestos.
Si verdaderamente quiere ejercer un papel responsable y útil, que reivindique la puesta en marcha del Corredor mediterráneo al Gobierno estatal. Además, puede exigir una financiación justa para la Comunidad Valenciana de una vez. Incluso, si le apetece, que se ofrezca a su jefe de filas como directora general. De este modo se podrá resarcir del ninguneo al que ha sometido Mariano Rajoy al PP valenciano, que no cuenta ni con ministros ni siquiera con secretarios de Estado.
