La pandemia del coronavirus volverá a dejar en
2021 a Biar sin Moros y Cristianos por segundo año consecutivo. Así lo
acordaron, por unanimidad,todos los
presidentes de las comparsas y de la Junta de la Mare de Déu, el Concejal de
Fiestas, José Soler y la alcaldesa, Magdalena Martínez. Los máximos dirigentes
de las fiestas patronales de Biar tuvieron que pasar, una segunda vez, por el
amargo trago de cancelar estos tradicionales y arraigados festejos.
En el comunicado hecho público, tras la
reunión celebrada en la noche del 9 de febrero, se indica que “esta decisión se
ha tomado con mucho dolor y responsabilidad al considerar que es antes la salud
de las personas que la Fiesta”. En el mismo texto el Concejal de Fiesta
agradece la comprensión de festeros y festeras, capitanes, embajadores,
presidente y presidenta de la comparsas y de la Junta de la Mare de Déu, su comprensión
antes esta decisión.
Por otro lado, la alcaldesa, Magdalena
Martínez, ha indicado que “la decisión fue unánime porque todos comentamos lo
mismo, este año la situación es muy complicada y es imposible que se hagan
fiestas y el sentir, a la hora de suspenderlas ya, era decirle al comparsista
que la situación durante todo el año va a ser complicada y no se van a poder
tener fiestas”. “Es una decisión difícil pero por sentido de la
responsabilidad, no nos ha quedado más remedio que tomarla”, ha concluido.
La decisión tomada no ha pillado por sorpresa
ya que la propia Consellera de Sanidad, Ana Barceló, avanzó hace unas semanas
que en la Comunidad Valenciana no habría Moros y Cristianos en el primer
semestre de 2021. A pesar de las palabras de Barceló, el Ayuntamiento,
comparsas y Junta de la Mare de Déu debían tomar esta decisión que a pesar de
ser imprescindible, no por ello ha sido menos dura.
Los Moros y Cristianos de Biar rememoran las
luchas entre almohades y las tropas del Rey Jaime I el Conquistador en 1245,
que con la conquista de Biar para la Corona de Aragón, marcó la antigua
frontera entre el Reino de Castilla y el de Aragón. Las fiestas dedicadas a la
Mare de Déu de Gracia son centenarias y sólo se tiene constancia de que se
suspendieran coincidiendo con los años de la Guerra Civil.